Se podría pensar que en medio de un conflicto tan serio como el que sucede en Siria desde hace ya varios años, lo último que importaría sería un manga; sin embargo, la realidad es otra.

El manga de Los Supercampeones se ha convertido en uno de los artículos más solicitados por los niños refugiados, quienes encuentran en la historia de Oliver y sus amigos un pequeño momento de calma y esperanza entre tanta destrucción.

La iniciativa fue idea del profesor de la Universidad de Doshisha en Kyoto, Masanori Naito, quien le solicitó a la editorial Shueisha que donará una serie de tomos del impreso a los infantes que se encuentran en la precaria situación. La empresa accedió.

Lo siguiente fue encontrar a alguien que hiciera la traducción, pues no había una edición como tal de Los Supercampeones para el territorio árabe. Fue el joven sirio, radicado en Japón, Obbada Kassoumah, quien se dio a la tarea de hacer la adaptación a su idioma.

Él menciona que conocía la historia porque la había visto de niño, misma que se le hace por demás hermosa, pues habla de ponerse un objetivo y luchar por él, en un sentido positivo; eso es algo que necesitan los niños de su tierra natal.

Gracias a la UNICEF y a varias ONG, los mangas son distribuidos de manera periódica en varios de los campos de refugiados instalados a lo largo de Europa.

Con información de BBC.