Cada que se menciona el descubrimiento de un nuevo planeta, la misma pregunta surge en investigadores y población en general; ¿Hay posibilidades de que haya vida en ese otro plantea? Esta misma cuestión se hizo de manera más intensa al anunciarse el hallazgo de TRAPPIST-1, todo un Sistema Solar con cuerpos similares a la Tierra que se encontrarían dentro de una zona habitable.

Bueno, un estudio reciente sugiere que hay grandes posibilidades que la gran mayoría de planetas ahí presentes sean habitados por alguna clase de ser viviente.

Esta investigación hecha por Manasi Lingam y Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, menciona que esta estas formas de vida podrían ser microorganismos procedentes de los meteoritos que abundan en el espacio. Los choques de estas gigantescas rocas, arrojarían partículas que terminarían cayendo en los planetas.

Debido a que la distancia entre los mundo de TRAPPIST-1 es menor a la de nuestro Sistema Solar (viajar entre planetas requeriría tan sólo unos días), no se descarta la posibilidad de que un único choque hubiera diseminado partículas en todo el sistema, provocando que esos microorganismos se asentarán en los planetas y evolucionaran de acuerdo al ambiente de cada uno de ellos.

Si bien la teoría es aceptada por la comunidad científica, hay ciertas reservas, pues aún no se tienen pruebas contundentes, ni del desarrollo de la vida en ese nuevo Sistema Solar, ni que microorganismos puedan sobrevivir a un choque de meteoritos y diseminarse por los planetas.

Con información de New Scientist.