De acuerdo con un estudio presentado por la Universidad de Oxford a la British Cardiovascular Society, escuchar música clásica podría ayudar a las enfermedades del corazón, pues reduciría la presión arterial y controlando el ritmo cardiaco.

La investigación consistió en poner a un grupo de personas a escuchar diversos compositores mientras se monitoraba el estado de su corazón; el resultado fue que melodías con ritmos de 10 segundos, como las presentadas por Verdi, Puccini, Beethoven y Schubert, tuvieron un impacto favorable en su desempeño cardiaco.

Contrario a géneros como el rock o el pop, donde se notó un incremento en la presión sanguinea. Lo interesante del caso es que los ritmos lentos clásicos calmaron hasta a aquellos sujetos que preferian tonadas más intensas. Asimismo, notaron que piezas rápidas del orden clásico (como las Cuatro Estaciones de Vivaldi), no tuvieron efecto alguno en la presión sanguinea y el corazón.

Peter Sleight, cardiólogo autor del estudio, menciona que su trabajo abre la puerta para que analice más a detalle los efectos de la música como terapia médica. Sin embargo, en la opinión de Jeremy Pearson, de la British Heart Foundation, se necesita mucha más evidencia para poder tomar en cuenta este tipo de "medicación" por parte de los cardiólogos (recetar 30 minutos al día de Vivaldi).

Con información de Telegraph.