Panamá recibirá al papa Francisco el próximo 23 de enero. Para él están programadas actividades de diversas índoles y como siempre tendrá una agenda llena que concluirá con la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) el 27 del mismo mes.

Lo que los panameños tienen muy claro con esta visita es que enviarán un mensaje claro tanto a la iglesia católica como al mundo entero sobre la crisis migratoria a la que hoy se enfrenta Centroamérica. 

Luis Acosta / AFP

El mensaje será entregado al sumo pontífice a través de un enorme mural pintado por pintores locales dirigidos por el artista ecuatoriano Iván Delgado, pues según afirma Rolando Domingo, creador de la obra de 10 metros de ancho y 8.1 metros de alto, tiene un “mensaje de solidaridad”. 

La obra, conformada por 153 paneles en forma de vitral, muestra a Jesús, María y una barca con cinco jóvenes representativos de los cinco continentes, detalle que es interpretado como un mensaje contra la xenofobia y el racismo.

“No podemos olvidar nuestras raíces y nuestro origen poliétnico. Panamá es chino, indio, negro, europeo, hemos tenido presencia de todas las culturas y razas a través de toda nuestra historia", añadió Domingo. 

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La migración ha estado en el centro de la agenda centroamericana luego de que miles de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños salieran en caravana rumbo a Estados Unidos, pasando por México, huyendo de la pobreza y la violencia.

Los pintores panameños creen que su cuadro y los discursos del papa, sumados a su carisma, pueden ayudar a concientizar contra la discriminación de los migrantes.

El papa "va a llegar a los corazones de todos para evitar que el mundo siga llenándose de odio, de xenofobia y racismo", afirmó Gabriela Pérez, una de las pintoras.

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Dedicación y esfuerzo

Cada tarde, los aprendices acuden a la casa de Delgado, un inmigrante ecuatoriano que lleva más de 40 años en Panamá y que ya regaló un cuadro al papa San Juan Pablo II.

El proyecto "nos puso a tambalear un poquito y a dudar porque no ha sido fácil el concatenar tantas piezas en manos de alumnos que muchos están comenzando", afirmó Delgado.

"Este es un trabajo de equipo, donde yo me meto en el lienzo de mi compañero para que el color y el trazo quede igual, ya que al juntarlos no puede haber un trazo distinto al otro", explicó Cecilia Crespo, una decoradora amante de Pablo Picasso y Claude Monet. 

"Ojalá que esto no sea solamente un fuego artificial", sentenció Domingo.

Foto: Luis Acosta / AFP

Con información de AFP.