En 2015 Estados Unidos lanzó una medida para prohibir que niños menores de 12 años cabecearán el balón de futbol. De acuerdo con esta iniciativa los golpes repetitivos con la cabeza, aumentan el riesgo de padecer demencia o otro tipo de enfermedad neurodegenerativa en la edad adulta.

De acuerdo con información de la BBC, Escocia se convertiría en el primer país europeo en poner en marcha esta medida, en la que se prohibirá a niños cabecear el balón. El medio señaló que la Federación Escocesa de Fútbol (SFA) será la encargada de anunciar la noticia en las próximas semanas.

Cabe señalar que en los últimos años se ha generado gran polémica por los casos de deportistas que presentan problemas de salud debido a las malas practicas en el deporte y a los golpes reiterativos en ciertas partes del cuerpo como la cabeza.

En octubre del 219 se publicó un estudio de la Universidad de Glasgow en el que se reveló que los ex futbolistas escoceses tenían 3.5 veces más de posibilidades de morir a causa de una enfermedad neurodegenerativa que el resto de la población.

Por su parte, Peter McCabe, presidente de la asociación Headway, señaló que antes de implementar cualquier tipo de medida sobre el cabeceo de balón se debe de determinar en primera instancia sobre los riesgos con balones actuales, la edad minima, etc.

“Es necesario absolutamente hacer investigaciones para saber cuáles son los riesgos, si los hay, de cabecear un balón de fútbol moderno. ¿Cómo sabemos que la edad limite es 12 y un niño de 13 estará bien?”

Peter McCabe

Un caso que ha marcado los estudios sobre los daños que puede ocasionar cabecear el balón es el de Jeff Astle, exjugador del West Bromwich Albion, quien murió por una enfermedad asociada a los boxeadores y que también se relacionó con su condición de futbolista.

De acuerdo con su hija Dawn, el ex futbolista tenía 34 años pero parecía de 159. “No nos reconocía. Apenas hablaba. Estaba sentado a la mesa y si nos hubiéramos ido y hubiéramos regresado dos semanas después, todavía seguiría sentado allí”, confesó.

La hija de Jeff siempre señaló que la muerte de su papá estaba relacionada con el futbol, ya que más de la mitad de los goles anotados por el jugador fueron con la cabeza.

El magistrado de South Staffordshire, Andrew Haigh, dictaminó en noviembre del 2002 que la muerte del futbolista a los 59 años fue a causa de su trabajo.