Arqueólogos de la Universidad de Jaén, descubrieron una villa romana ocupada entre los siglos I y V. Las excavaciones en el yacimiento romano de El Altillo, en el municipio de Rus, en la provincia española de Jaén se descubrieron mosaicos de gran tamaño, zonas de producción y varios enterramientos.

La Universidad explica que la intervención arqueológica estuvo motivada por "el descubrimiento fortuito de fragmentos de mosaico" y fue autorizada por la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, con la financiación del Ayuntamiento de Rus.

Entre los restos descubiertos en la villa romana destaca un edificio residencial

El Ayuntamiento de Rus proporcionó los empleados para los trabajos manuales de excavación y la infraestructura necesaria. El equipo de arqueólogos fue dirigido por Marcos Soto Civantos y José Luis Serrano Peña.

Entre los restos descubiertos en la villa romana destaca un edificio residencial de gran tamaño con un mosaico de decoración geométrica de unos nueve metros de ancho por unos 18 de longitud. 

En la excavación de la villa romana se descubrió que algunas áreas productivas, como un alfar para la producción de tejas y una almazara para la producción de aceite se encuentran en buen estado de conservación.

La villa romana también cuenta con una necrópolis

La universidad señala que "se ha delimitado un espacio funerario, una necrópolis asociada a este momento bajoimperial". También informa que la mayor parte de las construcciones de la villa romana, hasta ahora documentadas, corresponden al siglo IV.

El equipo de arqueólogos que realizó las excavaciones contó con el apoyo de los servicios técnicos y laboratorios del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, así como del departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la Universidad de Jaén. 

Cabe recordar que el Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA ha trabajado desde principios del mes de octubre de 2020 en otra zona cercana a Rus, Valcuenda, donde el bajo nivel de agua del embalse del Giribaile dejó al descubierto una serie de vestigios que se han documentado para analizar su conservación, como varios asentamientos íberos y una villa romana.