Científicos de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, descubrieron una conexión entre los daños cerebrales y el aumento en el fundamentalismo religioso.

En particular, los investigadores encabezados por Jordan Grafman, descubrieron que las lesiones en la corteza prefrontal ventromedial del cerebro reducen la flexibilidad cognitiva, es decir, la capacidad de desafiar nuestras creencias con base en nuevas evidencias.

La corteza prefrontal, clave para las creencias religiosas

Para llegar a esta conclusión, los especialistas tomaron datos de veteranos de la Guerra de Vietnam, recabados como parte del Estudio de Lesiones en la Cabeza de Vietnam, y compararon los niveles de fundamentalismo religioso entre 119 veteranos con lesiones y 30 que no las presentaban.

Grafman explicó que la variación en la naturaleza de las creencias religiosas se rige por la corteza prefrontal, que se encuentra entre las zonas más evolucionadas del cerebro humano.

En la medida que esta área está libre de enfermedad, en particular la parte conocida como corteza prefrontal dorsolateral, se puede determinar la apertura mental de una persona, necesaria para apreciar la "diversidad del pensamiento religioso”, agregó.

No todas las personas religiosas son inflexibles: autores

Los autores del estudio, publicado en la revista Neuropsychologia, puntualizaron que su estudio no afirma que las personas religiosas en general son mentalmente inflexibles o que la creencia es causada por un daño cerebral, pues hay muchos procesos cognitivos involucrados en la formación de creencias.

Sin embargo, destacaron que en algunas personas, el sistema de "revisión de creencias" puede ser suprimido debido al daño cerebral.

Los científicos reconocen que su estudio es muy limitado, pues la muestra utilizada (veteranos estadounidenses varones), no es representativa de todos los grupos demográficos y culturales.

Se necesitan más estudios 

Ante ello, Grafman dijo que su estudio aporta más conocimiento sobre cómo se forman las experiencias religiosas en el cerebro. Sin embargo, indicó, es necesario investigar más al respecto, pues necesitamos entender cuán distintas son las creencias religiosas de las creencias morales, legales, políticas y económicas en sus representaciones en el cerebro.

También, agregó, es necesario entender “la naturaleza de la conversión de un sistema de creencias a otro, la diferencia entre creencia y agencia, y la naturaleza de profundidad de conocimiento que los individuos usan para acceder e informar sus creencias”.

Con información de Big Think.