Cuando una cajetilla de cigarros cuesta alrededor de 50 en las tiendas de abarrotes, comprar un paquete del mismo tamaño en 20 o 25 pesos en un local informal o un puesto ambulante parece una auténtica ganga, sobre todo si además, el producto en cuestión es exactamente el mismo, o al menos eso parece.

El problema es que, como todo el mundo debería sospechar, se trata de productos apócrifos o piratas que no tienen ningún tipo de regulación (y son ilegales), por lo tanto, pueden poner el grave riesgo la salud de quiene los consuman.

De acuerdo con información revelada por Marcela Madrazo, directora de área de la oficina del comisionado federal de la Cofepris, en México se han estudiado distintas marcas de cigarros pirata que no pasan por ninguna prueba de salubridad, y en ellos se encontraron componentes que nadie debería fumar: heces fecales humanas, restos de alfombra y aserrín, entre otros.

Madrazo confirmó que, tal como alerta el informe “El consumo de cigarros ilícitos en México”, en nuestro país circula una gran cantidad de cigarros fuera de norma; se calcula que son alrededor de 57 marcas, entre ellas algunas que imitan el diseño y empaque de otras reconocidas.

Una de las partes más preocupantes de todo esto es que son los jóvenes quienes más riesgo corren ya que muchas veces, por ahorrarse un poco de dinero, les parece fácil comprar un producto cuya autenticidad o calidad no está garantizada por ninguna autoridad de salud.

En estos casos, lo mejor es sólo comprar en negocios establecidos que conozcas, o de cadenas grandes que puedan brindarte mayor seguridad. También procura verificar que los sellos del empaque estén en buen estado y no parezcan tener alteraciones.

Cigarro

Con información de La verdad.