Para concientizar acerca de los daños emocionales que causa el acoso escolar, la agencia española IKEA lanzó una campaña protagonizada por dos plantas que ha revelado la importancia de combatir el bullying.

Para el experimento colocaron dos macetas en una escuela española durante un mes. Ambas recibían la misma cantidad de luz, agua y fertilizantes, con la única diferencia de que a una le colocaban diariamente una grabación con halagos y a la otra con insultos y desprecios.

Mientras que la que obtuvo cariño creció alto y radiante, la que sólo fue acosada lució triste y muerta al final del mes. Una imagen clara que hizo reflexionar a los estudiantes de la institución. "Las hojas pálidas sirven para recordar que una persona puede marchitarse al ser tratado con desprecio por los que están a su alrededor", explicaron los expertos.