Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrollan videojuegos para combatir la enfermedad vascular cerebral (EVC), considerada como la quinta causa más común de incapacidad en adultos y también la quinta causa de muerte en México. 

Esto se lleva a cabo en el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Aplicaciones Interactivas para la Neuro-Rehabilitación (LANR), del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, con el fin de que los afectados inicien de forma temprana su terapia, con la mayor frecuencia posible y sin salir de su hogar.

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Agregó que el uso de estos videojuegos coadyuva en la recuperación de la función motriz de personas que tuvieron un accidente vascular cerebral.

Al participar en la Semana del Cerebro 2019, organizada en el IFC, Ramírez Graullera explicó que el desarrollo de software y hardware permite, por ejemplo, rehabilitar la fuerza muscular del hombro, codo y muñeca; mejorar la motricidad fina de los dedos de la mano, o la coordinación ojo-mano.

Videojuegos, clave para quitar el tedio a las terapias

El especialista reconoció que los ejercicios habituales que deben realizar los pacientes con algún tipo de enfermedad neurológica son considerados tediosos, por ejemplo, “agarrar un objeto y moverlo de un lado a otro y levantar los brazos en el aire, pero con este videojuego el asunto se vuelve motivador”, destaco el especialista.

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Así, los pacientes realizan los mismos ejercicios que en la terapia tradicional, pero reflejada en el videojuego a través de un censor que detecta sus movimientos.

¿Qué es la enfermedad vascular cerebral (EVC)?

Ramírez Graullera explicó que se trata de una alteración neurológica, caracterizada por su aparición brusca, generalmente sin aviso, con síntomas de 24 horas o más, la cual causa secuelas y en algunos casos hasta la muerte.

Expuso que las manifestaciones dependen del sitio de afección cerebral, frecuentemente son unilaterales e incluyen alteraciones del lenguaje, del campo visual, debilidad corporal y pérdida de sensibilidad.

El especialista destacó que la probabilidad de tener un accidente cerebrovascular se duplica cada diez años a partir de los 55, y la edad promedio de quienes sufren la enfermedad es de 73 años.

Con base en ello, indicó, el 20 por ciento de las personas que sufren este padecimiento mueren al mes siguiente; el 75 por ciento de los supervivientes tendrán secuelas definitivas; el 33 por ciento se vuelve dependiente toda su vida, y el 25 por ciento jamás retomará sus actividades.

Con información de UNAM Global