Tan simple como puede ser, una placa se ha convertido en un absoluto misterio para los arqueólogos que ahora van tras la pista de lo que podría ser una referencia a un templo en Yemen del que no se sabía nada y, del detalle más sorprendente: podría estar dedicado a un dios totalmente desconocido. 

El objeto que actualmente está bajo el cuidado de Artemis, una casa de subastas de Colorado, Estados Unidos tiene alrededor de 2 mil años de antigüedad y según las primeras conclusiones, es una ofrenda con la que los pobladores de la época pedían a Athtar Ḥarmān, los salvara de la destrucción y todos los males. 

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Hasta aquí, todo parece un hallazgo arqueológico muy interesante, pero sin mayor relevancia que otros, sin embargo a tiene pues nunca antes nadie había escuchado o leído sobre esta deidad, al menos no los expertos en la cultura antigua y teología de la región. 

Hasta el momento, a qué estaba consagrada la deidad, pero se ha reconocido que la placa está inscrita en sabeo, lenguaje de origen semítico que se habló desde el año 1000 a.d.C. 

Foto: Jastrow

El texto que ha permanecido insólitamente bien conservado habla de un templo del que no especifica ubicación, pero que por otro hallazgo similar en 1909, se cree podría haber estado a las afueras de Saná, la capital de Yemen. Además, la  ofrenda habría sido hecha por dos sirvientes de Khawliyān, princesa de los Afya, una cultura que vivió en los alrededores de zona.

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Debido a la situación política actual de Yemen, los arqueólogos no pueden indagar más en la zona, de hecho, se creía que el objeto histórico había sido parte del saqueo al patrimonio cultural y artístico del país, pero la casa de subastas certificó que desde la década de los 70, la placa fue propiedad de un coleccionista  con sede en Nueva Orleans que falleció sin saber la importancia de lo que poseía pues no sabía leer sabeo. 

Con información de Live Science.