Quizás exigir que alguien actúe “como un adulto” en sus veintes es pedir demasiado.

Pese a que países como México decretan la adultez legal a los 18 años, el estudio del cerebro y nuestro sistema nervioso ha arrojado que nos convertimos en adultos a diferentes edades.

Según el Profesor Peter Jones, de la Universidad de Cambridge, actualmente “la definición de cuando nos trasladamos de la infancia a la adultez se ve cada vez más absurda”.

La madurez “es una transición mucho más paulatina, que toma lugar a lo largo de tres décadas”.

Sin embargo, el Profesor señala que estas definiciones se adoptan por instituciones ya que es conveniente tener definiciones en existencia.

“No existe una infancia y después una adultez. La gente está en un camino, están en una trayectoria”.

Con información de la BBC.