El martes pasado murió una de las figuras más icónicas que el mundo de la moda ha visto en toda su historia y sobre todo, en la actualidad: Karl Lagerfeld. Pero su fallecimiento, a diferencia de lo que pasa con la mayoría de los personajes famosos, no ha dejado sólo buenos comentarios y reconocimientos sino que ha recordado el peor rostro del diseñador, uno que la misma industria se encargo de menospreciar y ocultar. 

En repetidas ocasiones, el kaiser de la moda sorprendió al mundo con declaraciones polémicas en el peor de los sentidos pues dejaban ver claramente pensamientos racistas, clasistas, gordofóbicos y hasta misóginos, a pesar de que las marcas que representaba figuraban prácticamente gracias a las mujeres. 

Así lo hizo notar la periodista Lara Witt en un artículo para Wear Your Voice con el que recordó algunas de los momentos más deshonrosos para el diseñador aunque la mayoría de las veces fueron tomados como propios de una persona excéntrica o hasta sagaz. 

Al respecto, la modelo y actriz Cara Delevigne se manifestó diciendo que "Todas estas cosas deberían haberse abordado mientras él está vivo, no el día después de que murió". 

Por su parte, Jameela Jamil aplaudió que alguien por fin se atreva a hablar del tema públicamente. 

Problemas con todo lo que no era como quería 

Las manifestaciones negativas de Lagerfeld no se limitaron sólo a juzgar, criticaban todo lo que no cumplía con sus altas exigencias estéticas (y sus estándares de belleza eran sólo suyos y bastante anacrónicos). 

El físico de la cantante Adele, fue parte de su escrutinio cuando dijo que "es demasiado gorda, pero tiene cara bonita", igual sucedió con Pippa Middelton de quien sin empacho declaró que "es bonita de espalda, pero mejor que no muestre la cara". También se metió con los hombres rusos al asegurar que "son tan feos que si yo fuera una mujer rusa, sería lesbiana". 

Lagerfeld siempre se mostró tajante en cuando a abrir las pasarelas a mujeres con curvas se refiere, "las mujeres que odian a las modelos delgadas son aquellas que están sentadas en un sillón viendo la televisión". También declaró en una entrevista que consideraba que el mundo de la moda no tenía nada qué ver con la anorexia y la bulimia y aseguró no estar preocupado por ello pues "son sólo el 1% en el mundo, hay muchas más mujeres gordas". 

El diseñador también se manifestó en contra de la migración y criticó a Angela Merkel por abrir nuevos espacios para refugiados; al parecer, absolutamente cualquier tema le merecía una opinión y tristemente, nunca eran una aportación para nadie. 

La última vez que el hombre cuyo único amor era su gata Chopette se metió en un escándalo con sus palabras fue en abril del año pasado cuando dijo que "estaba harto" del movimiento #MeToo y remató declarando que “¡Si no quieres que te saquen los pantalones, no te conviertas en modelo! Únete a un convento, siempre habrá un lugar para ti en el convento”.