Las japonesas ya no quieren regalar chocolates a los hombres cada San Valentín y mucho menos porque se trata de una imposición cultural introducida a mediados del siglo XX por las empresas que los fabrican. Es decir, todo por la mercadotecnia. 

La tradición (llamada "chocolate compromiso") agrega que, a cambio de los chocolates que ellas entregan, ellos les obsequian chocolate blanco o lencería roja, algo que para las chicas no es genuino y que reproduce el abuso de poder y el sexismo dado que estás obligada a recibir una prenda íntima por parte de alguien que no forma parte de tu intimidad. 

En Japón, la desigualdad laboral aún se trata de un tema serio que es posible apreciar en muchas oficinas y compañías. El próximo 14 de febrero, informa The Guardian, más del 60 por ciento de las mujeres comprarán bombones de chocolate por obligación.