¿Te imaginas que exista un lugar en el que si al mecánico que te está arreglando el coche se le hace tarde, puedas aprovechar para echarte unos taquitos de pastor? Con eso hasta se te olvidaría el retraso, ¿a poco no?

Pues ya le puedes ir agradeciendo al ingenio chilango que esta bendita combinación existe (en esta ciudad hay de todo) porque alguien encontró la forma de combinar a la perfección una taquería y un taller mecánico, y aunque no lo creas, funciona bastante bien. 

Quizá te estés imaginando que el señor que te recibe el coche es el mismo que pone a calentar las tortillas, pero no. La cosa funciona así: la primera parte del día, el lugar funciona bajo el nombre de "Mecauto" y ya para la nochecita, a partir de las 20:00, abre sus puertas presentándose al mundo como El Vilsito. 

Aunque son negocios diametralmente, han logrado acoplarse a la perfección y ahora cada parte tiene clientela propia y compartida. 

La verdad es que no existen en la red muchos comentarios sobre el taller mecánico, pero con la taquería es otra historia pues su buen sazón y servicio la han convertido en toda una leyenda de la colonia Narvarte. 

Si ya te dieron ganas de echarte una quesadillita o un taco de bistec, hoy en la noche lánzate a la calle de Petén.