Los museos son de las principales atracciones turísticas en las grandes ciudades pues muestras mucho más que obras de arte, también son una ventana a la historia y la cultura de un país; sin embargo, estas joyas están en peligro por el turismo masivo, así afirman los directores de los principales museos del mundo.

"Los museos siguen siendo una de las instituciones más apreciadas y respetadas por la gente, pero corren el riesgo de sucumbir bajo el peso de su propio éxito", dijo el director del National Gallery de Londres, Gabriele Finaldi.

Podría parecer que para mantenerse vivo, un museo sólo requiere de visitas, pero no es así, las grandes cantidades de personas que atraviesan día con día sus pasillos se contrapone a los objetivos de conservación, mantenimiento y preservación de sus tesoros.

Con el fin de encontrar las mejores opciones para continuar con las principales labores de los recintos, la directora de los museos papales, Barbara Jatta, y el ex director de la Escuela Normal de Pisa Salvatore Settis, organizaron un encuentro que reúne a las autoridades de museos como el Prado, el Louvre o el Hermitage. 

"La conservación preventiva es algo relativamente novedoso para el Museo del Prado y para muchos otros museos; responde un poco a ese axioma de prevenir es curar, es decir más vale intentar impedir que las cosas sucedan a arreglarlas una vez que suceden", dijo Miguel Falomir Faus, director del famoso reciento español.

Aunque la afluencia de visitantes es la principal fuente de riqueza de los museos, los expertos consideran que los 25 millones de personas que acuden anualmente a estos lugares, es también su principal amenaza. 

Es por ello que la conservación preventiva del patrimonio artístico es un reto del mismo nivel que la restauración de las obras, ya que con una conservación constante y de alta calidad no será necesaria una renovación profunda.

Los expertos además ven como prioridad ir más allá de las obras y pensar en los edificios que las albergan pues muchos de ellos no fueron hechos para recibir a grandes cantidades de personas por lo que deben trabajar siempre para continuar mejorando las condiciones y mejorar la experiencia del visitante. 

"No somos dueños de nuestro patrimonio cultural, sino sus custodios en nombre y representación de las generaciones futuras", señala el arqueólogo Salvatore Settis. 

Con información de EFE.