La cultura de la donación de órganos en México ha ido aumentando paulatinamente, sin embargo, esta no es la única opción que existe para ayudar a salvar vidas después de la muerte. También es posible donar el cuerpo a la ciencia para que médicos en formación e investigadores puedan aprender de él. 

La práctica existe en muchos países y en México la UNAM recientemente abrió el Programa de Donación de Cuerpos con el que busca que las personas se concienticen sobre la importancia de esta decisión que se toma en vida y se ejecuta tras la muerte. 

De acuerdo con Diego Pineda Martínez, jefe del Departamento de Anfiteatro de la Facultad de Medicina de la UNAM y responsable del proyecto, actualmente mil 430 personas están inscritas en el programa y esa cifra, aunque parezca baja, es alentadora ya que la iniciativa inició hace tan sólo dos años con 27 donadores inscritos.

"Maestros silenciosos" es el nombre con el que se conoce a los donadores de cuerpo en China donde, a diferencia de lo que ocurre mayormente en occidente, los cuerpos conservan su identidad y son ampliamente reconocidos, además, quienes los estudian llegan a tener contacto con sus familiares. 

Algo similar busca hacerse en la UNAM en donde los donadores que así lo deseen serán honrados con la siembra de árbol que a su lado llevará una placa con el nombre de quien dio lugar a la nueva vida. 

Es importante destacar que la donación de órganos y de cuerpo no están peleadas, una misma persona puede hacer las dos cosas. Lo más importante es que las familias estén siempre enteradas de la voluntad del donante.

Para inscribirse en el programa, sólo es necesario llenar un formulario en Internet y posteriormente acudir con un par de testigos a una plática informativa.