Es verdad que la alimentación vegetariana y/o vegana ha dejado de ser una tendencia para convertirse en todo un estilo de vida, y no cabe duda de que puede tener muchas ventajas, pero qué pasaría si te dijéramos que un inocente sándwich “libres” de productos de origen animal, han causado la muerte de dos personas en menos de un año. 

Empecemos por decir que no se trata de un producto  cualquiera o hecho en casa, los dos bocadillos en cuestión fueron hechos y comercializados por la empresa trasnacional Pret a Manger. 

Tampoco es que haya algo esencialmente negativo en los alimentos o sus ingredientes; el problema en ambos casos es que la empresa no ha puesto suficiente atención en etiquetar correctamente sus productos. 

La primera noticia que se tuvo sobre esta situación fue hace unos meses cuando la hija del fundador de WOW Toys murió durante un vuelo de British Airways, luego de haber ingerido un emparedado de la marca. 

El alimento contenía sésamo y, la joven de 15 años lo comió a pesar de ser alérgica pues la etiqueta no indicaba que el ingrediente estuviera presente. A pesar de haber recibido un medicamento, la víctima murió de un paro cardiaco. 

La polémica ha vuelto ha estar sobre la mesa en estos días, pues la empresa de comida rápida que tiene presencia en al menos nueve países, confirmó que en diciembre de 2017, otra persona murió también después de comer un bocadillo; esta vez por la presencia de un producto lácteo tampoco mencionado en la lista de componentes. 

Al respecto, la cadena informó que la empresa que les había vendido el yogurt con el que hacen el pan había dicho que el ingrediente era libre de lácteos. Como solución a la problemática, Pret a Manger aseguró que pondrá más cuidado en su proceso de etiquetado. 

Con información de Excelsior.