La mujer perfecta, según la profesora Alice Roberts de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, debería estar preparada para afrontar trastornos físicos, así como un mejor corazón, ojos y oídos.

Pero el resultado de su creación no ha sido del todo aceptada y sólo por una razón; carece de los estereotipos de belleza establecidos por la sociedad. No tiene cuerpo bello y por el contrario, sus orejas son largas, piel de rana y una bolsa de canguro.

Aunque es la mujer del futuro, dice la maestra de Anatomía y Antropología, a los que la han visto les importa más su aspecto físico, pero es justo eso lo que hace débil el cuerpo humano porque las personas padecen a lo largo de su vida distintas enfermedades.

Por ello, Roberts optó por piel anfibia que cambia instantáneamente de claro a oscuro para dejar pasar la luz o para bloquear los rayos ultravioleta que suelen acelerar el envejecimiento y provocar cáncer de piel.

Inspirada en el mundo animal, la científica desarrolló un mejor corazón con más arterias que el de un ser humano, pulmones que son más eficientes, ojos sin puntos ciegos, oídos que captan mejor el sonido y piernas que son más eficientes.