El concurso "Miss America" anunció este martes 5 de junio, la eliminación de los desfiles en traje de baño durante su certamen y dijo que no juzgará más la apariencia física de las concursantes. Todo eso, en medio del movimiento #MeToo que, entre otras cosas, cuestiona el anacronismo de este tipo de eventos.

La próxima edición del concurso tendrá lugar en septiembre y éstas diminutas prendas ya no estarán presentes en el evento que está cerca de llegar a su edición número 100. 

En lugar de la tradicional pasarela que representaba un 10% de la nota final, cada una de las 51 concursantes tendrá una sesión interactiva con los jueces donde dialogará sobre sus logros y metas y contará "cómo usará sus talentos, su pasión y ambición para desempeñar el trabajo de Miss America".

Otra terna que se eliminó de la competencia fue el desfile en trajes de noche (el 15 por ciento de la calificación final), en su lugar, las aspirantes usarán un atuendo con el que se sientan cómodas y que exprese su personalidad.

"Ya no somos un concurso de belleza", dijo Gretchen Carlson, presidenta del directorio de Miss America y ganadora del título en 1989, al anunciar la noticia en el canal de televisión ABC. "Somos una competición".

"Hemos escuchado a muchas jovencitas que dicen, 'Nos encantaría ser parte de su programa, pero no queremos estar ahí en traje de baño y zapatos de tacón alto', así que ya no tendremos eso", dijo Carlson.

"¿Quién no quiere sentirse empoderada, aprender sobre liderazgo y pagar la universidad y poder mostrar al mundo quién eres como persona desde dentro de tu alma?", preguntó. "Eso es lo que estaremos juzgando ahora".

Carlson, defensora del movimiento #MeToo y expresentadora de Fox News, alcanzó en 2016 un acuerdo amistoso con esa cadena tras denunciar haber sido acosada sexualmente por Roger Ailes, el presidente del canal que renunció tras varias denuncias en su contra.

Carlson fue designada al frente de la Organización Miss America luego de que salieran a la luz una serie de correos electrónicos en los que Sam Haskell, que ocupaba el puesto anteriormente, se burlaba de la apariencia, el intelecto y la vida sexual de las concursantes.  

Con información de AFP