El hijo de Nguyen Truong Chinh, está condenado a la pena capital en Vietnam y mientras espera su ejecución en la cárcel, fabrica los animales decorativos que su papá muestra con orgullo.

Junto con otros presos, el hijo de Nguyen fabrica a escondidas pequeñas esculturas de venados, gatos, flores y corazones que de alguna forma logran sacar de la prisión donde están confinados en aislamiento.  Su materia prima son bolsas plásticas desechadas por otros internos. 

Contrario a lo que se acostumbra en otras prisiones, la producción de artesanías no está permitida para los presos condenados a la pena capital. En Vietnam, las condiciones de vida de los condenados a muerte son especialmente duras; algunos presos considerados peligrosos sólo tienen permiso para andar sin cadenas 15 minutos cada día para la hora del aseo. 

"Cada vez que recibimos los regalos de mi hijo, tengo la impresión de que está aquí conmigo, es como si hubiera vuelto a casa", cuenta a la AFP Nguyen, luchando para contener las lágrimas. 

Los objetos también son un importante salvavidas emocional para los padres que buscan liberar a sus hijos que afirman que fueron condenados por error. 

Una vez terminadas, las artesanías salen de la prisión con la ayuda de algún interno que concluye su condena pero las familias han dejado de recibir estos mensajes desde hace algunos años por lo que Chinh y otros padres temen que está actividad haya sido descubierta.

En las breves visitas mensuales, el miedo, ante la mirada constante de los gendarmes, les impide preguntar por este pasatiempo de su hijo. 

Para Chinh estos recuerdos siguen impulsando una lucha que se extiende desde hace una década para liberar a su hijo, condenado por el asesinato de un policía, a pesar de que afirma que no estaba en el lugar del crimen. 

"Cuando veo los animales, se que mi hijo está lo suficientemente estable como para crear algo así, que tiene fortaleza mental", dice Chinh, sentando junto a una bolsa llena de documentos sobre el caso de su hijo. 

"Motivan nuestra lucha por la justicia", afirma. 

Los familiares de los artistas del corredor de la muerte dicen que su trabajo les otorga una distracción del miedo a ser ejecutados con el que viven pues a los prisioneros se les anuncia con poca antelación la fecha de ejecución. 

Con información de AFP