Morir de sueño después de comer o a media jornada laboral es mucho más común de lo que te puedes imaginar. Esto sucede porque ya pasó el estado de alerta en que suele estar el cuerpo luego de tomar un baño o la primera taza de café de la mañana. 

Sin embargo, sabemos que el día no termina a la hora de la comida y que aunque muchos quisiéramos ir a acurrucarnos a nuestra cama en lugar de volver a la oficina, la mayoría de las veces (todas), no es posible. 

Esto podría parecer un capricho pero no lo es, el sueño disminuye la productividad y las capacidades para trabajar en equipo y puede provocar mal humor o una sensación de malestar generalizado. Para contrarrestar este problema, han comenzado a surgir lugares especializados que ofrecen espacios ideales para tomar siestas de entre 20 y 40 minutos. 

Uno de ellos es Nap York, un edificio de tres pisos en pleno Manhattan, que abrió hace tres meses y a su oferta agrega yoga, meditación y alimentos saludables en un ambiente silencioso. Por 12 dólares, es posible alquilar durante media hora una pequeña cabina individual de madera a cualquier hora.

Para el deleite de los que disfrutan de los espacios abiertos, a finales de mayo también podrán alquilarse hamacas para dormir al arrullo del aire primaveral.

Nap York abrió con solo siete cabinas, pero la demanda superó las expectativas y hoy tiene 29. 

De acuerdo con El Universal, se estima que 45% de los mexicanos tienen mala calidad del sueño. 

Deseamos con todo el corazón que esta opción de descanso pronto llegue a México para que podamos sustituir con una siesta los espressos de emergencia, las bebidas energéticas y el "cigarrito para despertar".  

Con información de AFP.