Ya sabemos que cuando nace un bebé todo mundo muere de ganas por conocerlo pero muchas veces la familia con el nuevo integrante no están en el mejor momento para recibir a nadie. Te dejamos algunos consejos para que seas la mejor visita del mundo:

¡A las nuevas mamás no les gustan las sorpresas!

Recuerda que la llegada de un nuevo integrante a la familia cambia por completo la dinámica de un hogar; muchas veces genera caos y descontrol. Además, la familia suele estar muy cansada pues toda su atención está centrada en el nuevo y pequeño ser. Todo esto puede hacer que una visita bien intencionada se vuelva inoportuna y hasta molesta. 

Lo mejor es preguntar si la visita es bienvenida y de ser así, cuál es el horario preferido. Aprovechando: de preferencia pregunta por mensaje de texto y sé paciente al esperar la respuesta; si decides llamar, procura no alargar la llamada. 

Si estuviste enfermo hace algunos días, ¡NO VAYAS!

Parece lo más obvio pensar que no es adecuado visitar a nadie si tienes gripe o alguna infección que pueda ser contagiosa pero no está de más recordarlo. Recuerda que en su primera etapa de vida los bebés son muy vulnerables y cualquier exposición a virus o bacterias podría afectarles. 

Lávate las manos y procura no besarlo

No importa si no planeas cargar a la criaturita, debido a la fragilidad inmunológica del bebé, lo mejor es evitar cualquier riesgo de contagio; procura no besarlo y lávate cuidadosamente las manos al llegar a la casa... de preferencia recuerda la técnica que has visto en las series de doctores.  

Contigo basta: no lleves colados

Si ya te invitaron a conocer al bebé, respeta el espacio íntimo no llevando más gente (ni a tu pareja, ni a tus hijos, ni al otro mejor amigo). La  invitación deber ser extendida por la mamá o papá. Imagina que sólo te enviaron un boleto para entrar. 

Un poco de ayuda siempre es bien recibida

Tener un recién nacido absorbe la mayor cantidad de tiempo y energía. Esto puede hacer que otras necesidades domésticas se pasen por alto, así que es probable que en casa de la nueva familia encuentres algunos platos en el fregadero o utensilios fuera de sus cajones. 

Es una buena oportunidad para ayudar y ofrecerte  para hacer un par de labores domésticas. Para evitar incomodidades, puedes ofrecerte de buena gana, hasta donde tus habilidades lo permitan y, (muy importante) sin invadir la privacidad de nadie. Por favor no critiques ni hagas comentarios como: "¿desde cuándo no lavan los trastes'", "el perro no tiene ni agua", etc.

Mamá necesita atención 

Preguntarle a la mamá cómo se siente, cómo ha estado y si necesita ayuda con algo pues con la emoción del nuevo bebé muchas veces pasamos por alto las emociones de ella y toda plática gira en torno al pequeño. Procura hacerlo de forma natural para que ella pueda expresarse libremente y sin mentiras. 

El bebé no es un juguete

No pidas cargarlo si no te lo dan. Una de las cosas que más nervios y ansiedad pueden causarle a una mamá es ver a su bebé pasando de mano en mano. 

No molestes al bebé si está durmiendo y evita instalar todo un estudio para tomarle fotografías... De hecho, no tomes fotos sin antes consultar si puedes. 

Visita de doctor

Intenta que tu visita sea de minutos, no horas. El bebé necesita mucho descanso, así como la madre. Las visitas rápidas y productivas son las que más se disfrutan y agradecen. Ya habrá tiempo para extender la plática y el café en meses posteriores.

Trata de entender el proceso por el que la madre está pasando y de mostrar empatía para no convertirte en un motivo de estrés cuando ella ya tiene suficiente. 

Con información de Harmonía