El Museo de Londres, conocido por la calidad y relevancia histórica de sus exhibiciones así como su objetivo de mostrar diferentes etapas de la historia de Londres (desde la prehistoria hasta la época actual), ha decidido exhibir una bola de grasa extraída de una cloaca el año pasado.

Esta famosa bola de grasa pesa 130 toneladas, y está constituida por aceites, pañales, grasa y servilletas del subsuelo de Whitechapel que fue donde la encontraron. Como estaba tan pegada a la cloaca, los trabajadores tardaron casi 3 meses en removerla y estuvieron utilizando mangueras de agua con muchísima presión para apresurar el trabajo.

Cabe aclarar que solo un pedazo de la bola de grasa esta en exhibición, y se encuentra guardada en una caja de zapatos. Todavía conserva la desagradable fauna que se produce cuando guardamos algo podrido, como moscas pequeñitas, y miles de bacterias, además de un olor desagradable. Además de estar guardada dentro de la caja de zapatos, se aisló con 3 cajas transparentes más (una dentro de otra) para evitar que se disipara el terrible olor de la bola de grasa, según información de la Associated Press.

Pero, ¿por qué está en exhibición una patética bola de grasa? El Museo de Londres quiere que se “eche un vistazo al revés oculto de la vida urbana”, la curadora Vyki Sparkes comenta que “es repugnante y fascinante [...] Por eso es tan extraordinario trabajar con esto: impacta a la gente”.

Sí nos impacta y aunque es una propuesta intrigante y poco común, también es bastante asqueroso y el simple hecho de imaginar el olor de esa bola de grasa y las bacterias que viven en ella puede hacer a muchas personas vomitar solo con verla.