La Fundación Patrimonio Cultural Prusiano anunció que 11 piezas de arte debían de ser confiscadas a dos museos en Berlín por ser subastadas en el dominio de los nazis.

Siete de las piezas fueron devueltas a los herederos de la familia Oppenheim (los dueños originales de la colección eran Margaret y Franz, Oppenheim de descendencia judía) quienes supuestamente habían subastado su colección en 1936 pero que ahora, después de algunas investigaciones se puede afirmar, según la Fundación, que la subasta de aquel momento fue consecuencia de la persecución a judíos y no elección de sus albaceas al momento de su muerte. 

La Fundación Patrimonio Cultural Prusiano se quedó con 5 piezas de arte, entre ellas dos de La Escuela del Danubio y piezas de porcelana del siglo XVIII.