Fue el pasado martes cuando la casa de subastas Morton puso bajo el mazo una pieza muy especial: una cola de dinosaurio de cuatro metros de largo y 180 kilos cuyo propósito era recaudar fondos para los damnificados del pasado sismo del 19 de septiembre.

Tras varias horas de ofertas, la cola de dinosaurio Atlasaurus logró venderse en 1.8 millones de pesos (96 mil 774 dólares), un poco más de la cantidad estimada. 

Sobre la cola del Atlasaurus vale la pena destacar que fue hallada en Marruecos luego del trabajo de 300 horas por paleontólogos de la zona; posteriormente fue armada en Utah, Estados Unidos; finalmente pues puesta a la venta por Pietra Gallery, especializada en fósiles, y adquirida por un comprador anónimo.

De lo obtenido tras la venta, se donarán 400 mil pesos  (21 mil 505 dólares) a la Fundación Bancomer para la reconstrucción de escuelas dañadas por los sismos en las entidades de Chiapas, Oaxaca, Morelos, México, Puebla y, por supuesto, la capital del país.

Es de suma importancia destacar que México tiene una legislación que prohíbe la venta de fósiles que son hallados en su territorio, ya que cualquier cosa hallada bajo tierra se considera patrimonio nacional.

Durante la subasta también se vendió una medalla de Maximiliano de Habsburgo, así como varios cuadros del pintor Ernesto Icaza (1866-1926), famoso por sus pinturas de charros mexicanos.

Con información de EFE