Luego de casi dos años de fabricación, el diseñador Clemens Habicht presentó el rompecabezas más complejo del mundo, compuesto por mil piezas con todos los colores que existen dentro del espectro. 

Cada figurilla está iluminada con un color distinto, así que el desafío es encontrar las diferencias entre uno y otro, por lo que se trata de un juego únicamente para personas con gran paciencia, aunque contra todo pronóstico, el rompecabezas ya está agotado. 

Foto: puzzle.lamingtondrive.com

¿Dónde está la dificultad?

Además de las infinitas piezas, los colores cambian según el ángulo de visión, lo que produce una iridiscencia radiante que brilla en bellas combinaciones y que ocasiona que la identidad de uno por uno se revele hasta que esté colocado exactamente en su lugar. 

Foto: puzzle.lamingtondrive.com

"Encontré que sin la presencia de detalles de imagen para ayudar a localizar una pieza, confiaba únicamente en un sentido intuitivo de color, y esto era mucho más satisfactorio. A medida que cada pieza encaja en su lugar, solo así, es una pequeña victoria, como una pequeña palmadita en la espalda" cuenta el creador, que asegura que la próxima edición aparecerá en febrero de este año.