Una nueva moda se está desatando en Estados Unidos, exactamente en Silicon Valley; se trata de beber “agua cruda” (Raw Water), la cual proviene de manantiales y pozos directamente para su consumo, o sea, que no pasa por ningún proceso de purificación.

Según sus defensores, este tipo de agua contiene minerales beneficiosos que se eliminan del agua tratada o filtrada, y no cuentan con elementos químicos en el agua de la llave, como el flúor, o que se añaden tras moverse por las tuberías de plomo.

Lo cierto es que este tipo de agua podría contener residuos de pesticidas, bacterias peligrosas y hasta residuos de heces animales. Pero bueno, este tipo de agua se está convirtiendo en un lujo, ya que una botella de 600 ml puede costar hasta 150 pesos mexicanos (8 dólares).

Esta tendencia se une al movimiento del consumo orgánico y natural, que al mismo tiempo le da ideas millonarias a quienes pueden abrir empresas y colgarse de esta moda. Aunque en serio, no hay que ser demasiado experto en ciencias para darnos cuenta que beber agua de manantial no tratada es una idea muy, muy mala.

El motivo que impulsa a las personas que son fanáticas al “agua cruda”, posiblemente contaminada,  es una versión más extrema de las mismas creencias que conducen todo; desde los temores sobre los alimentos transgénicos hasta las prácticas más peligrosas como el movimiento contra la vacunación…

Con información de BBC