De acuerdo con un estudio realizado por el escritor Don Jeffries, el 76 por ciento de los riqueza en Estados Unidos es controlada apenas por el 10 por ciento de la población, y no siempre su descendencia cumple con el talento y las cualidades que justifiquen esa posición. 

Sin embargo, es en el terreno artístico donde la ventaja es más notoria, ya que los herederos tienen una mejor preparación con oportunidades de estudiar en otros países, contactos con productores, empresarios, etc., y tiempo para esperar a ser redituables si es que desde un principio no tuvieron éxito.

Entre las celebridades que triunfaron gracias a sus conexiones se encuentran Judd Apatow, cuya madre dirigía un sello discográfico fundado por su abuelo; Kyra Sedgwyck, con un padre asesor financiero; Taylor Swift, que desciende de tres generaciones de presidentes de bancos. 

También están Robin Williams, hijo de un directivo de la Ford Motor Company; Nicole Kidman, cuyo padre fue un reconocido psicólogo; Adam Levine, hijo del dueño de una cadena de ropa; Ariana Grande, con un padre CEO de una compañía de diseño.

Y la lista continúa con Michelle Williams, hija de un candidato republicano al senado; Lady Gaga, cuyo padre ganó mucho dinero con Internet; Dakota Fanning, con una madre jugadora de tenis profesional; Robert Ritchie, con un padre propietario de varios concesionarios de automóviles.

Según el autor, el mundo artístico está lleno de nepotismo y el físico también es un factor que asegura su futuro y en muchas ocasiones ese atractivo es mejorado por cirugías de cuerpo y rostro a la que sólo tienen acceso los hijos de adinerados debido a sus altos costos. 

Con información de El Confidencial.