México.- Algunas empresas aseguradoras intentan rehuir sus obligaciones y no pagar los daños que sufrieron vehículos durante los hechos violentos del pasado 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, cuando fuerzas federales intentaron sin éxito detener a Ovidio Guzmán López.

De acuerdo con el diario Debate, algunas compañías piensan considerar los hechos como un acto terrorista, una eventualidad que no queda cubierta de acuerdo con la gran mayoría pólizas de seguro del país, incluyendo las de cobertura amplia.

El comisionado estatal de Protección a las Víctimas, Óscal Fidel González Mendivil, apuntó por su parte que tienen conocimiento de 21 casos en que las empresas se niegan a pagar bajo el argumento del terrorismo.

En el caso de la veintena de autobuses urbanos que fueron robados y posteriormente colocados en varios puntos de Culiacán para evitar el paso de convoyes militares, la situación es más complicada pues no estaban aseguradas contra vandalismo, eximiendo a las empresas de cualquier responsabilidad.

Autobuses dañados no estaban asegurados

El diario también consultó a un asesor de seguros, quien confirmó que muchas compañías han decidido no dar trámite a las reclamaciones desde Sinaloa sino directamente en las centrales de la capital del país.

El experto en temas de seguros recalcó que las pólizas de daños a terceros no contemplan en ningún momento eventos como los del pasado 17 de octubre, y sólo podrían reclamar en caso de robo total y siempre que hayan contrataron ésta última cobertura.

Además, reconoció que no existe una póliza de seguro con cobertura por vandalismo per se, pero este tipos de daños están amparados por pólizas de cobertura amplia, pero con sus atenuantes.

El pasado 17 de octubre, fuerzas federales intentaron arrestar a Ovidio Guzmán López con fines de extradición, pero la falta de coordinación y correcta planeación hizo que la acción nunca pudiera completarse.

Parte de la estrategia del Cártel de Sinaloa para presionar al Gobierno Federa consistió en el bloqueo de calles, quema de vehículos y otros actos violentos para presionar la liberación del hijo de Joaquín Guzmán Loera.