México.- El destino de una mujer rarámuri que emigra a la ciudad, en busca de trabajo o huyendo de la violencia, es emplearse en labores domésticas o vivir de la caridad, pero en Chihuahua, un grupo de nueve mujeres rarámuris decidieron evadir ese destino y montaron un exitoso taller textil, que actualmente les permite vender ropa de mujer en países de primer mundo.

En junio del año pasado, Maricela, indígena rarámuri de 33 años de edad, dejó el trabajo doméstico e incursionó en el diseño, confección y fabricación de prendas de vestir para mujer.

Ella es una de las 12 mujeres, 9 rarámuris y tres mestizas, que integran la cooperativa Kusá, que hoy en día tiene clientes no sólo en Chihuahua, sino en países como Bélgica, Nueva Zelanda, Irlanda, Inglaterra, Argentina, Perú, Panamá, Canadá y Estados Unidos.

“Ellas tienen el arte, la visión, la sensibilidad, las combinaciones en su mente, nosotros tenemos el como hacerlo que se venda”, comentó Cecilia Bolado, directora de Kusá Textiles, en entrevista con el noticiero En Punto, de Televisa.

La idea de la cooperativa surgió en 2016, cuando María Chávez, indígena rarámuri, buscaba con ayuda de Cecilia Bolado, su empleadora, trabajar en algo más que labores domésticas.

“Cosimos una primer blusa […] Mis amigas la vieron y me dijeron: ‘yo quiero una ¡oye ¿donde te la hicieron?”, comentó Cecilia Bolado.

En días, la demanda aumentó y con el apoyo de diversas instituciones públicas, en junio de 2017, instalaron un taller que actualmente vende en promedio 100 blusas al mes.

“Ya somos por lo menos autosuficientes […], aquí en Kusá todas trabajan, ganamos lo mismo […], ahorita por semana estamos ganando mil 200 pesos”, señaló Cecilia Bolado.

Ante el éxito de su empresa, ya proyectan la creación de otras cooperativas que impulsen el desarrollo de más mujeres rarámuris.

“Kusá significa águila en rarámuri y nuestra idea es hacerlas que despeguen, vuelen, y jalen al resto de las mujeres rarámuris, a un mejor nivel de vida”, aseveró Cecilia Bolado.