Una colosal ballena rorcual común encalló en la playa de San Felipe, Baja California, población ubicada en el  Mar de Cortés.

La especie, identificable por su piel con rayas blancas y sus aletas, es considerada como la segunda especie de ballenas más grandes en el mundo.

Desde que turistas y vecinos del lugar avistaron al mamífero varado, se ha intentado auxiliarlo, regresándole al mar y echando agua sobre su enorme cuerpo.

Se especula que la ballena pudo haber sido afectada por redes que podrían haber sido instaladas de manera ilegal.

Otras versiones señalan la posibilidad de que las mareas intensas o una desorientación obligaron al cetáceo a salir a la playa, siendo después incapaz de volver a sumergirse.