Cuando Kathy Griffin se retrató junto a una cabeza falsa y ensangrentada de Donald Trump, no pensó en las consecuencias y mucho menos pensó en lo que pensarían los hijos del presidente de Estados Unidos. 

¿Las consecuencias?

Barron Trump, el hijo de 11 años de edad del magnate, estaba viendo la televisión cuando la perturbadora imagen apareció en pantalla. Fuentes conectadas a la familia cuentan que el pequeño se asustó tanto que corrió hacia donde estaba Melania, su mamá. 

Él creyó que su padre había muerto pues no se detuvo a analizar si la imagen era verdadera, es más, ni siquiera sabe quién es Griffin. 

Al respecto, Melania habría llamado a Kathy para decirle que hizo mal y que su fotografía era perturbadora, incluso le preguntó sobre su salud mental. 

Vía TMZ