El director Julian Rosefeldt nos presenta la cinta más desafiante del 2017, con la audaz participación de la actriz Cate Blanchett que interpreta a trece personajes diferentes durante la trama. Es totalmente corrosiva, es una declaración a las armas.

El cineasta nos muestra a vena abierta las declaraciones e interpretaciones de las corrientes artísticas y filosóficas del hombre moderno: Situacionismo, futurismo, arquitectura, expresionismo abstracto, creacionismo, constructivismo, dadaísmo, surrealismo, fluxus, minimalismo y cine.

El guión es plagado de las grandes primas de filósofos, pensadores y curiosos de los movimientos envueltos. Blanchett por su parte representa a diferentes individuos en una diversidad de situaciones, estratos y orígenes, declarando a todo pulmón los manifiestos y creencias de los creadores estas corrientes.  Este es un proyecto de alto valor cultural como interpretativo, convirtiéndose en algo más que un vehículo para presentarnos los grandes pensamientos de los hombres que han formado al mundo con sus ideas y acciones.

En momentos de la proyección  se puede sentir la pretensión a toda su fuerza por parte de los realizadores, pero de igual forma debemos de pensar  solo son expositores de las corrientes que promueven un contexto más ligero para los contradictorios pensamientos.

Blanchett totalmente se entrega a la aventura, la actriz es temeraria y audaz en su estudio, explora muy a su disfrute de decirle a la audiencia los puntos de vista de Karl Marx, Lucio Fontana, Bruno Taut, Manuel Maples Arce, Tristan Tzara, Yvonne Rainer hasta llegar a Lars Von Trier y su dogma 95, sin ningún freno o censura.

Manifesto es un estudio creado como una  introspección a la psique  social y por supuesto lo que significa ser un humano y la responsabilidad de tener una mente sobre los hombros capaz de absorber las ideas que forman nuestro mundo.