El nuevo trabajo del realizador Darren Aronofsky llega por fin a las pantallas mexicanas y podemos decir que va ser un tema de discusión por años venideros. 

El cineasta con este proyecto deja atrás cualquier situación que calificamos como extraña en sus pasados trabajos como “The Fountain”, “Black Swan” o “Noah”; esta vez impone sus propias reglas haciendo de esta la cinta más polarizante de su carrera.

Sinopsis:

Lejos de toda civilización remota existe una casa de campo, el dueño “Él”, es un poeta sin mucha motivación para volver a escribir. El remoto hogar necesita reparaciones y deja el trabajo a su esposa, “Madre”. Una tarde inesperadamente alguien llama a la puerta, el visitante solo se identifica como “hombre”, llega a las vidas de la pareja justo cuando las cosas no podrían ser más extrañas. Llaman de nuevo a la puerta, esta vez es la esposa del intruso, “mujer” ha llegado. Esto desencadena sucesos extraños que destruirán cualquier idea que tenía “Madre” de su mundo.

Aronofsky construye esta  historia con sólo tensión y simbolismo -en ocasiones demasiado barato- pero busca capturar la atención del público con temas como religión y ecología tomando el filme como el vehículo elegido para ello, incrustados a la historia de una forma en momentos pretenciosa y rebuscada. 

La fuerte influencia de Polansky y Brian De Palma es más que evidente. Las acciones que hace nuestra protagonista tiene un sabor a Catherine Deneuve en “repulsión” o Mia Farrow  en “El bebé de rosemary”; ellas son víctimas de su entorno y solo se dejan llevar como hojas en un río. “Madre” es interpretada por Jennifer Lawrence, su trabajo es impecable bajo las extrañas circunstancias, funcionando como nuestra  guía de este inusual viaje dándole el poder dramático que carece la premisa. Javier Bardem es “Él”, hace un trabajo que se siente como un recurso más que un personaje principal, dejándole todo el peso dramático a Lawrence. Ed Harris y Michelle Pfeiffer de igual forma se convierten en elementos narrativos dejando que “Madre” explore el significado de su aparición en la historia.

Visualmente es increíblemente fotografiada por su cómplice Matthew Libatique, ambos logran capturar la sensación de aislamiento de los personajes. La paleta de color es un deleite durante todo el proceso. El filme va transformándose conforme avanza, dando una sensación de transición no temporal de los hechos. La música viene a cargo de Clint Mansell que hace un excelente cover a Patti Smith, además de una música ambiental sorprendente.

Madre! Es un proyecto que dividirá por la mitad las opiniones, por lo pronto podemos decir que la audiencia en general quedará boquiabierta durante los créditos finales, existirán muchas interpretaciones y preguntas pero esa es la parte donde verdaderamente la cinta cobra vida.