A sólo una cuadra de su casa y a plena luz del día, Lucas Mathias Gargiulo, un joven trans argentino de 24 años fue violentado de la peor de las formas; tres hombres que buscaban asaltarlo, lo golpearon y humillaron creyendo que se trataba de un hombre gay: "Puto de mierda, ahora te vas a hacer machito”, le gritaban  en total impunidad a pesar de que sólo unos metros atrás, la víctima había visto a un grupo de al menos cinco policías. 

La agresión escaló a violación y los atacantes, al arrancarle la ropa notaron que sus genitales eran femeninos, hecho que encrudeció la saña con la que el ya de por sí horrendo ataque sexual se llevaba a cabo. 

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Impotente y herido, Lucas contó todo en sus redes sociales. Estaba lleno de golpes y heridas pero en su voz lo que más destaca es el dolor causado por la humillación, y las vejaciones sufridas sólo por ser quien es. 

En entrevista con La Gaceta, un medio local argentino, Lucas contó que su tía, con quien vive y le auxilió para presentar su denuncia ante las autoridades de justicia, le dijo que “si hubiera corrido, seguramente le hubieran pegado un tiro”, de lo que él simplemente puede concluir “hubiera preferido eso a que me siguieran violando”. 

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La víctima se presentó en la comisaría más cercana a su domicilio para denunciar el ataque, pero según el testimonio que publicó en un segundo video, en las actas sólo constan el robo y los golpes, de la violación nada a pesar de que expresamente pidió que quedara constancia de ella. 

Sobre el tema, La Gaceta afirma que el comisario Juan Reinoso, jefe de la Comisaría Sexta, dijo que había recibido el parte vinculado al robo y las lesiones, pero no por violación.

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Tras el ataque, Lucas acudió al hospital Avellaneda donde sigue si tratamiento de reemplazo hormonal de la mano de la doctora Fabiana Reina quien confirmó que se había aplicado el protocolo de violencia sexual con la intención de disminuir al máximo el daño físico y ayudar con el psicológico.