El pasado miércoles 4 de julio, una lesbianas originaria de Reino Unido, recibió de un tribunal de Hong Kong el visado que le da el derecho de vivir y trabajar en la megalópolis junto a su pareja.

Esto sucedió luego de que a la mujer le fue denegado la visa de cónyuge porque su pareja era una mujer.

La demandante, identificada con las letras "QT", llegó a Hong Kong en 2011 después de oficializar su relación con "SS" en Reino Unido mediante una unión civil. Esta se trasladó luego a Hong Kong por razones de trabajo.

Hong Kong no reconoce el matrimonio homosexual o las uniones entre personas del mismo sexo y "QT" no pudo obtener un visado de cónyuge, que permite trabajar, y solo le fue otorgado uno turístico.

En septiembre, el Tribunal de Apelación le dio la razón pero el gobierno recurrió el fallo.

Las autoridades conceden visados a las personas que vienen a Hong Kong a trabajar porque consideran que "él o ella tienen el talento o las capacidades juzgadas necesarias o convenientes. Esta persona puede ser heterosexual o gay", afirmó el Tribunal de Apelación de última instancia.

"La capacidad de hacer venir a los cónyuges es un factor importante para las personas que están decidiendo ir o no a Hong Kong", prosigue la corte, y estimó que era "contraproducente" limitar este derecho a los heterosexuales. 

"Esperemos que esto abra una vía al cambio" y al reconocimiento al matrimonio entre personas del mismo sexo, declaró el abogado de "QT", Michael Vidler..

En este largo camino, "QT" no estuvo sola, a su lucha se unieron doce grandes instituciones financieras internacionales, alegando que una política de contratación "diversificada" era vital para atraer a los mejores talentos.

En un comunicado publicado por su abogado, "QT" se declaró "feliz" por "haber contribuido un poco a que progresen los derechos de la gente en Hong Kong" pero, acusó al gobierno de haberla tratado, "igual que a miles de lesbianas y gays, como una ciudadana de segunda clase".

Con información de AFP