Nadie siquiera se lo ha pedido, pero Chelsey Nelson, una fotógrafa de Estados Unidos “con un corazón para Jesús”, según lo destaca en su sitio web, ha iniciado una demanda contra su ciudad Louisville, en Kentucky, para evitar que las autoridades la obliguen a trabajar en bodas de parejas homosexuales.

En su ciudad, una Ordenanza de Equidad protege a la comunidad LGBT

En 1999, Louisville se convirtió en la primera ciudad de Kentucky en introducir una Ordenanza de Equidad, impulsada por The Fairness Campaign, un grupo que defiende los derechos de la comunidad LGBT+. Desde entonces, cada día son más las urbes que adoptan este conjunto de normas.

La ordenanza protege a los ciudadanos de la discriminación basada en su orientación sexual o identidad de género en la vivienda, el empleo y el alojamiento público. La ordenanza también se aplica a personas discriminadas en función de su religión, origen nacional, edad, sexo, color y raza.

Con base en ello, según reporta el Courier Journal, Nelson exige al Tribunal de Distrito de Louisville que emita una orden judicial para garantizarle que nunca será obligada a fotografiar bodas del mismo sexo.

La Ordenanza viola la Primera Enmienda de la Constitución, afirma

Chelsey, quien es defendida por dos abogados de la Alianza en Defensa de la Libertad -designados por el Southern Poverty Law Center, un grupo anti-LGBT-, argumenta que la Ordenanza de Equidad viola "las protecciones de la Primera Enmienda de la Constitución para el habla, la asociación, la prensa, el libre ejercicio de la religión.

A pesar de que nadie siquiera se ha acercado a Chelsea para cotizar sus servicios en una boda gay, la demanda afirma:

“Louisville está utilizando la amenaza de daños ilimitados, informes de cumplimiento, publicación de avisos y órdenes judiciales para obligar a Chelsey a crear fotografías, bloguear y participar en ceremonias solemnes con las que no está de acuerdo: ceremonias de boda del mismo sexo”.

Demanda de Chelsey Nelson.

Si su negocio está abierto al público, "debería servir a todos"

Ante ello, el director de The Fairness Campaign, Chris Hartman, consideró que la demanda es "ridícula" y que Alliance Defending Freedom aprovecha esta situación para "socavar las leyes de derechos civiles en todo el país”. En ese sentido, destacó:

“Existe un equilibrio que se ha alcanzado entre las ordenanzas de equidad y las creencias religiosas. Pero si tiene un negocio abierto al público, lo que se dice es que debería servir a todos".

Chris Hartman, director de The Fairness Campaign.