México.- Para sorpresa de todos los medios especializados y de la afición nacional, la gran contratación del torneo Invierno 99 no fue anunciada por el América, las Chivas u otro equipo de alcurnia, pues el fichaje bomba tuvo como epicentro ciudad Nezahualcoyotl el 9 de julio de dicho año. 

Sí, los extravagantes y fabulosos Toros Neza revelaron que el mítico Bebeto, campeón del Mundo con Brasil en Estados Unidos 1994, jugaría en el Estadio de la Universidad Tecnológica por los siguientes cuatro certámenes. El genial futbolista amazónico ostentaba importantes credenciales individuales en ese momento; Futbolista Sudamericano del Año (1989), Máximo Goleador del Campeonato Brasileño (18 goles) y el Pichichi con el Deportivo La Coruña (29 goles). 

No obstante, su magia no apareció en suelo mexiquense. Los motivos fueron muchos y casi todos tuvieron que ver con factores extracancha. Para empezar, Bebeto, inventor del festejo de “La cunita”, reportó tarde con los Toros, por ende, se perdió el primer juego del torneo ante las Águilas. Ya con algunas Fechas disputadas, la directiva nezatlense, asustada por el fantasma del descenso, decidió implementar algunas medidas disciplinarias como recortar salarios y restringir permisos, hechos que molestaron al astro, quien amagó con abandonar las filas del club.

Por si algo faltara, el sudamericano se perdió cuatro compromisos por una supuesta lesión. Además, fue asaltado en la conflictiva avenida Zaragoza, frontera entre la Ciudad de México y Nezahualcoyotl, también experimentó un ligero sismo que le provocó la idea de dejar el país. 

Pese a ello, Bebeto reapareció con gol en un juego ante Toluca. También marcó diana y puso una asistencia para otra en el cotejo frente a Pachuca, quizá sus dos mejores exhibiciones con la nostálgica playera de los Toros. 

Lamentablemente los problemas con la cúpula no cesaron y, tras un choque contra Santos, fue separado del plantel. Precisamente los Guerreros fueron los últimos rivales del brasileño en la Liga Mexicana, donde dejó un raquítico saldo de 8 partidos disputados (5 descalabros, 2 igualadas y solo una victoria) 2 goles y una asistencia.

Así culminó una historia que prometía tardes épicas y pinceladas memorables, pero que a cambio dejó un amargo sabor de boca en una región que, por varios años, fue noticia por lo que su rebelde plantel hacia en una cancha de futbol.