México.- George Weah, quien deslumbrara al mundo con su talento en la década de los 80, hizo historia al convertirse en el primer futbolista en acceder a la presidencia de un país, en este caso de Liberia.

Aunque la relación entre el balompié y la política muchas veces resulta compleja, no es menos cierto que existen varios casos de jugadores que, una vez concluida su trayectoria profesional, buscaron abanderar diversas causas en sus naciones de origen.

Quizá los ejemplos más conocidos sean los de Romario y Bebeto, ex patea balones que en su momento brillaron en los empastados y que ahora ocupan una senaduría nacional en Río de Janeiro y una diputación en la Asamblea Legislativa, respectivamente.

En tanto, Weah ha sido un constante en la política de su país desde hace años, incluso cuando ya era reconocido como un crack del balón. Pues durante la guerra civil que azotó Liberia entre 1989 y 1996, mandó ayuda humanitaria a los suyos por intermedio de la Unicef, lo cual representó un bálsamo y una luz de esperanza que hoy se vuelve realidad.

Luego de ser el primer futbolista africano en ganar un Balón de Oro, en 1995, George siguió apoyando a sus compatriotas pese a que estuviera lejos desempeñando su actividad balompédica. No obstante, una vez que colgó los botines en 2003 se metió de lleno en los temas políticos al fundar el partido Congreso para el Cambio Democrático (CDC), mismo que se presentó a los comicios generales del 2005, en los cuales perdió tras resultar electa Ellen Johnson-Sirleaf, la primera mujer Jefa de Estado en un país de África.

Sin embargo, la abrumadora derrota sufrida entonces por Weah no lo desanimó, todo lo contrario, ya que en 2011 volvió a sumarse a la carrera presidencial aunque esta vez como segundo de su partido por detrás de Winston Tubman. El resultado fue el mismo, Johnson-Sirleaf resultó electa por segunda vez, quizá, como muchos lo aseguran, ayudada por un fraude electoral.

Tres años más tarde, el exjugador del Milán logró una senaduría por el distrito Montserrado. Experiencia que lo preparó adecuadamente en aras de competir en las votaciones celebradas el pasado 10 de octubre, donde y a pesar de que Joseph Boakai, actual vicepresidente de Liberia, partía como favorito, Weah pudo meter su mejor gol luego de obtener el 61,5% de los respaldos con un con un 98% escutado.

Es así que Weah, el poderoso ex rompe redes, tendrá la responsabilidad de llevar a su nación por un sendero distinto al que ha recorrido desde su existencia, para que así la pobreza, la injustica y la inestabilidad política, por fin sean desterradas de una geografía que desde hace años exige un cambio profundo en sus estructuras.