Después del gol de los Diablos Rojos de Bélgica, la Selección Mexicana comenzó a asentarse en el terreno de juego, recuperando la posesión del esférico y teniendo una que otra llegada interesante para marcar el tanto de la igualada. 

Fue al minuto 38, cuando Hirving Lozano, el hombre más peligroso de los nuestros, conducía el balón por la banda derecha desde donde se dispuso a mandar un centro para Javier Hernández, quien fue derribado en el área grande, por lo que el árbitro central no dudó y marcó la pena máxima. 

El encargado de cobrar desde los once pasos fue Andrés Guardado, quien de manera potente y colocada puso su disparo cerca del poste derecho de Courtois, que nada pudo hacer para evitar la caída de su marco.