Inglaterra.-  Roger Federer es uno de los deportistas más grandes que han existido y probablemente sea el mejor tenista de todos los tiempos, prueba de lo anterior, el camino invicto que ha tenido hasta la Gran Final de Wimbledon.

El 2017 ha marcado un año de ensueño para el suizo, pues comenzó  ganando el Abierto de Australia y posteriormente hizo lo propio en el Masters 1000 de Indian Wells y en Miami. Ahora se encuentra en la antesala del título de uno de los torneos más tradicionales del deporte blanco.

Para llegar al choque definitivo contra Marin Cilic, Federer despachó a Tomas Berdych por 7-6(4), 7-6(4) y 6-4, parciales que le avalan para luchar por su octavo cetro londinense y su decimonoveno Grand Slam. Mención aparte que no ha perdido una sola manga durante la contienda.

El nacido en Basilea ya tiene su nombre inscrito en lo más alto del tenis a nivel mundial y, este domingo, cuando juegue la Final ante el croata, sería el día en el que su trayectoria sea elevada al grado de leyenda, lo cual será difícil de igualar en el futuro.