Como alguien llore en mi entierro, no lo vuelvo a saludar.<br>

Stan Laurel (El Flaco)

Para carcajearse, las películas de El Gordo y El Flaco (Laurel and Hardy). Humor mudo del bueno, tonteras que a la fecha nos siguen haciendo reír. Pero queda claro, también, que nunca se contrataría a esos (u otros) cómicos para llevar adelante un negocio formal o una asociación política seria. O eso se pensaría... Morena, no obstante, está a punto de hacerlo; la oportunidad queda más que pintada con la encuesta solicitada/impuesta al INE. En una de esas resulta victorioso un nuevo dúo dinámico que hará las delicias de chicos y grandes, Citlali Ibañez y Antonio Attolini; ella como presidenta y él como secretario general del partido.

Pero me estoy adelantando. Vayamos al inicio:

El propagandista y estratega más conocido del lopezobradorismo ha estado criticando —con razón o sin ella, eso no se discutirá aquí— la decisión que ya anuncia el Instituto Nacional Electoral de otorgar el registro a México Libre, comandado por la ex pareja presidencial, Margarita Zavala y Felipe Calderón. Lo hace también el presidente AMLO, aunque más veladamente.

El hecho es que en su cuenta de Twitter, Epi”, el experto en medios y campañas llama la atención a Lorenzo Córdova, actual presidente del INE, al mencionar que ya se podrá esperar a tener a Genaro García Luna (o su equivalente) en las filas de este instituto político: 

Pero otorgar o denegar registros de nuevos partidos políticos no es la única responsabilidad que tiene el INE actualmente. Además de todas las cotidianas y marcadas por la ley, antes el TEPJF impuso a este Instituto la obligación de realizar una encuesta a nivel nacional para definir la próxima dirigencia de Morena.

Esa es la instrucción, pero el asunto es que no viene acompañada del cómo. Esto es, no se le dijo a Córdova cómo debía de ser la encuesta o qué merodología seguir; ciertamente tampoco cuál debía ser el resultado y desenlace (una de las razones por las que tan pronto se tenga la elección, todos los involucrados impugnarán los resultados).

De allí que el presidente del INE, que es el encargado de dirigir la encuesta, bien puede servirse de esta vaguedad para hacer una maroma tipo 4T y “ayudar” a Morena a tener por líderes a esos dos jóvenes ya mencionados. Personajes tan vacuos en su decir como en su pensar.

Para Attolini, ex director de la Coordinación Técnica de Vinculación Internacional del IMSS, esta dependencia es el INSS (Instituto Nacional), como puso en su carta de despedida. Da una idea de lo poco que estuvo atento a su trabajo para confundir el nombre. Su jefe directo (Álvaro Velarca) podría comentar de las múltiples ocasiones cuando no se presentaba a trabajar y no había justificante a sus faltas. Un aviador más, pues.

No se diga de las gestiones solicitadas dadas sus funciones y nunca entregadas. Se sabe que en más de una ocasión Zoé Robledo, titular del Seguro Social, tuvo que “limitar su ímpetu”. Tal vez de la más sonada fue cuando buscó recibir algunos embajadores saltándose a sus tres jefes (David Razú, Velarca y el mismo Zoé).

¿Alguien nos puede decir cuáles fueron sus logros o trabajos en el área internacional, más allá de relacionarse con personajes de ese sector? ¿Alcanzó algún acuerdo para beneficio de los derechohabientes? Si así hará el trabajo en Morena, ya nos podemos imaginar cómo atenderá a los simpatizantes del partido o cómo cambiará el nombre del instituto político.

Sobre Citlali, cómo olvidar la bomba de talco que explotó en su oficina en el Senado y que sigue sin tener ninguna explicación medianamente lógica.

A lo anterior hay que sumar su ímpetu peleonero, poco constructivo y nunca por la defensa de los ideales de su partido. Basta ver la forma de tomar la tribuna y lanzarse a los golpes (sin la clase mostrada en la arena por los gladiadores de la Lucha Libre) sobre Gustavo Madero.

Circula, además, información sobre los desfalcos comprobados al erario por Citlali. Hay versiones no confirmadas, pero dignas de mencionarse por tratarse de una senadora, acerca de que ella ha facturado más de 400 mil pesos en cirugías estéticas y más de un millón de pesos en guardarropas. Doble fraude dado que no le han servido de nada.

¡Toda una dupla ganadora! ¿Ya para qué contratar porros golpistas si su presidenta podría llevar a cabo dicha actividad? Mientras, los aviadores profesionales tendrían a su mejor representante con el secretario general.

Curiosamente a esto se suma que Andrés Manuel López Obrador en algún momento comentó que si Morena perdía su esencia, él fundaría otro partido. Idea retomada a últimas fechas en redes sociales; se dice que se llamaría el partido “Obradorista”.

Así que este es el momento ideal para Lorenzo Córdova de cobrar venganza; podría coadyuvar a la destrucción de Morena con ese par en la dirigencia. De pasada, congraciarse con Andrés Manuel, quien viendo el hundimiento logrado por por una pareja tan risible como Oliver y Hardy, podría fundar el nuevo partido antes comentado.

Lorenzo tiene muchos motivos para querer vengarse de la 4T, “poniendo” a Citlali y Atollini al frente de Morena. Uno de ellos es el reciente revés que le dio López Obrador a través del Tribunal Electoral en el sentido de que sí puede continuar transmitiendo sus mañaneras en Hidalgo y Coahuila, entidades en las que habrá elecciones locales en menos de dos meses.

Dulce venganza de Lorenzo sería poner a dirigir a Regeneración Nacional a los itamitas Mario Delgado y Antonio Atollini, pero peor y más explosivo a Citlali y a Atollini, pues no dejarán de destrozarse entre ellos.

Ya habrá tiempo y razones para que los ideólogos de Morena extrañen a Yeidckol Polevnsky o a Alfonso Ramírez Cuellar; siempre se puede estar peor, aunque la buena noticia es que ha surgido nueva comicidad después de la muerte del Loco Valdez: de lujo las puntadas de Citlali y Attolini.