"Pero si las escuelas son el lugar inapropiado para aprender una destreza, son lugares aún peores para adquirir una educación. La escuela realiza mal ambas tareas, en parte porque no distingue entre ellas.”

Ivan Illich

"La habilidad es la riqueza de un hombre pobre.”

John Wooden

La SEP y el regreso a clases

Las autoridades educativas del país, en voz del titular de la Secretaría de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, plantearon ayer el esquema que se seguirá para el regreso a clases en el ciclo escolar 2020-2021 que está por iniciar. La vuelta al modelo de impartición de clases en aulas quedó descartada ante el fracaso gubernamental de crear las condiciones adecuadas de contención del COVID (prevención, protección y atención médica de la comunidad estudiantil).

A continuación algunos de los elementos principales dados a conocer :

√ El ciclo escolar comenzará el próximo lunes 24 de agosto.

√ Las clases serán a distancia (no confundir con educación digital, nuevos esquemas educativos o vía internet), fundamentalmente basadas en la difusión de planes de estudio de corte tradicional vía televisión y radio.

√ El material educativo (contenidos audiovisuales) se transmitirá vía TV abierta con el apoyo de las cuatro principales televisoras del país (30 millones de estudiantes de un total de aproximadamente 60 millones; material de planes de estudio parciales de 16 grados escolares).

Señalo, adicionalmente, dos aspectos que considero importantes:

√ El positivo. Que al parecer todos los centros escolares del país (públicos y privados) AHORA Sí se están preparando y capacitando para que, una vez que las escuelas abran sus puertas, todos los integrantes de la comunidad estudiantil observen en todo momento los protocolos de higiene y seguridad contra el COVID.

√ El negativo. Más de un millón de maestras y maestros (de un universo de alrededor de 2.5 millones de docentes) han recibido una capacitación en herramientas digitales para supuestamente dar mejor atención a sus alumnos y estudiantes. El problema estriba en que esas herramientas servirán para impartir clases —si acaso en algún momento— a los estudiantes que tengan acceso al internet y aparatos electrónicos. Ello además de que la educación impartida vía TV o la tradicional en aulas, que es la que contempla el gobierno para México en estos momentos, no son modalidades que suponen el uso de la tecnología digital para la enseñanza. En otras palabras, los canales digitales y modernos de enseñanza no están diseñados/no pueden dar cabida a planes de estudio de la educación tradicional.

En síntesis, la SEP estableció el regreso a clases con los mismos esquemas y planes de estudio de antes, pero con el ejercicio de aprendizaje desde casa y con un intento de que más jóvenes se adhieran a sus estudios ofreciendo mayor cobertura en la TV.

Dilemas e interrogantes en la educación

A continuación planteo algunas preguntas y reflexiones que dibujan los muchos y muy diversos dilemas que los funcionarios no resuelven (de hecho ni siquiera sé si se los han planteado) con su propuesta:

√¿Cómo se van a atender al unísono a todos los alumnos de una familia?

En México, el 10% de la población escolar no tiene ni siquiera una TV en su hogar (6 millones de estudiantes) y un 50% (30 millones) carece de al menos una computadora conectada al internet. Adicionalmente, las familias con varios hijos, que son la mayoría, no solo no tienen varias teles o computadoras para que cada uno siga sus estudios en una de ellas, sino que ni siquiera cuentan con varios cuartos para que no haya dos o tres aparatos prendidos simultáneamente.

√ ¿Cómo se van a atender a los estudiantes con capacidades físicas y mentales diferentes?

De por sí existían carencias y desigualdades brutales en los planteles escolares para dar educación de calidad a estos grupos, ahora con la educación en casa las disparidades se verán acentuadas.

√ ¿Cómo van a interactuar los profesores con sus alumnos (y los alumnos entre sí)?

No basta que los chicos y chicas puedan ver y oír las clases, los maestros tienen que interactuar con sus alumnos y viceversa; se requiere de algún nivel de comunicación entre unos y otros.

√ ¿Cómo se van a medir, validar y evaluar los aprendizajes alcanzados, y en torno a qué planes de estudio?

Suponer que ello dependerá de lo que los padres de familia reporten a los profesores con respecto a sus hijos es irrisorio y equivocado.

√ ¿Cómo se va a evitar que crezcan las brechas entre los que tienen electricidad, televisión e internet y quienes carecen de ello en sus hogares?

A lo que nos enfrentamos es nuevamente a una escalada en los índices de abandono escolar particularmente agudos entre la población de escasos recursos y oportunidades económicas y sociales. Todas esas generaciones de jóvenes se convertirán en fácil presa de las mafias del crimen organizado.

√ ¿Cómo se piensa reactivar la economía teniendo las escuelas cerradas y los alumnos estudiando desde casa?

El tamaño del desafío para la inmensa mayoría de la población trabajadora del país es formidable. El impacto en el ámbito laboral y económico de la estrategia educativa, incuantificable.

La, sí, moderna educación está en lo sustantivo (en el para qué y en el cómo), no en contenido (el qué)

A años luz estamos (y otros países nos llevan muy amplia ventaja, pues han trabajado e INVERTIDO en ello al menos durante los últimos 20 años) de lo que se requiere de la enseñanza en el mundo en el que vivimos: (1) aprender micro credenciales, (2) contar con flexibilidad de trayectorias y (3) realizar evaluaciones de las competencias adquiridas (se refiere a validar qué se SABE HACER y no únicamente qué es lo que se SABE). Esto es, sin olvidarse de las disciplinas y los corpus de conocimientos, aprender —el profesor junto con el alumno— en contextos reales donde obviamente LA realidad NUNCA está parcelada o segmentada en disciplinas.

Para ello evidentemente se requieren suficientes recursos que en México las distintas administraciones, incluyendo la federal actual, no han priorizado. Adicionalmente se necesita poder medir adecuadamente el aprendizaje de los chicos. Y ello supone evaluar capacidades, procesos y competencias, no los contenidos, los datos y la memoria como se hace hoy en día.

Sin embargo, lo que hay, y ayer se volvió a anunciar, son ciertos horarios en la televisión abierta para tratar de replicar viejos esquemas de educación formal, pero esta vez “estudiando” en los hogares en lugar de en los centros escolares.

Lo de hoy en educación trata sobre preparar personas para el futuro y no eruditos del pasado. Pero tristemente, ni hoy, ni ayer, ni hace un año, ni hace muchos he escuchado a los gobernantes pensando y estructurando políticas públicas en este sentido. Por ello, nunca y ningún proyecto ha cobrado más relevancia para ningún gobierno en México que lo que es hoy el garantizar cuatro elementos en cada aula país: agua potable y entubada, electricidad, internet y material de aprendizaje por competencias. Que las autoridades comiencen por eso.