si hembra<br>siembra<br>si cosecha<br>cosa hecha<br>mar de arcilla<br>castilla<br>casta astilla<br>amarilla<br>honda y dura<br>llanura<br>llana y dura<br>andadura<br>amor de arcilla<br>si hembra<br>siembra<br>castilla<br>si siega dura<br>cosecha<br>cosa hecha<br>asegura

Gabino Carriedo

Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, insiste en querer etiquetar y definir lo que es y cómo debe comportarse el feminismo. Compartió en su twitter: “El feminismo será antineoliberal o no será. El gobierno está lleno de mujeres que hemos luchado por la justicia, la equidad y la democracia desde siempre. En nuestra lucha por un gobierno paritario SFP_mx anuncia el 1er concurso profesional de carrera exclusivo para mujeres”.

Pongamos las cosas en contexto.

Noruega es el país con mayor igualdad de género y es un país capitalista; neoliberal para sus estándares.

Dinamarca tiene la brecha salarial más baja del planeta, de 5.73%, mientras que en promedio en el mundo entre hombres y mujeres es de ¡68%!

Suecia, tiene la mayor representación femenina en el gobierno y se refiere a todas sus ramas con un 49.2%.

• Los 10 mejores países para vivir, si uno es mujer, son todos capitalistas, liberales y muy neoliberales.

•   De acuerdo al índice “Women’s Liveability Index 2019”,  México ocupa el deshonroso 60 lugar en una comparación de cien naciones. Para la clasificación se utilizan diferentes criterios, todos ellos válidos y validados.

México en el 2017 ocupó el 2° lugar en feminicidios, solo por debajo de Brasil, pero para el 2019 obtuvimos el deshonroso primer lugar.

La secretaria también olvida que hay diferentes tipos de feminismo. Desde el radical, hasta el más básico, el cual solo pide ser reconocidas con los mismos derechos que los hombres. Ello independientemente de cuántos y cuáles intereses de derecha —pero también de izquierda— se les quieran “colgar”.

Con el paro nacional convocado para el 9 de marzo, Irma Eréndira, otrora defensora de los derechos de las mujeres, no importando su ideología, ha logrado que muchas personas se cuestionen si es feminista o solo está tratando de descarrilar un movimiento de corte político.

Cierto, personajes de diferentes ideologías se han querido montar en este movimiento, pero se debe entender que éste no busca ayudar/lastimar a ningún partido o persona. Lo que se busca, de forma clara, es reclamar porque nos están matando.

La única forma en que nos podemos unir todas es en este gran paro nacional y hacer oír con nuestro silencio el dolor de las mujeres que ya no pueden hablar, de las mujeres que han sido violentadas y no se atreven a denunciar. Se calcula que el país tendrá unas pérdidas de 26 mil millones de pesos si todas las mujeres no trabajamos, por lo cual esa protesta sí dolerá y sí se escuchará.

Es un error de cualquier feminista que se precie poner banderas o adjetivos al feminismo. Peor, negar la participación de mujeres porque no sigan la misma línea política que uno. Increíble que lo diga una secretaria de Estado y académica como Irma Eréndira.

No sé si las estancias infantiles y los refugios temporales para mujeres violentadas sean neoliberales, fifís o socialistas. La verdad la adjetivización política poco importa. Pero sí resulta importante (y sin adjetivos) la urgente necesidad de revitalizar los programas que han sido impactados negativamente durante la 4T y que ayudaban o apoyaban a las mujeres.

El pensar que dar el dinero de forma directa a las mujeres es mejor que las instituciones antes descritas, es un error; sólo promueve que las parejas violentas les quiten el dinero o, bien, que ese dinero no sea suficiente para conseguir un refugio seguro o la posibilidad de mantener a sus hijos en las guarderías.

Y si la Cuarta Transformación lucha por un gobierno paritario y justo, lo primero que debería notar es que lanzar un concurso profesional de carrera exclusivo para mujeres es ILEGAL. Lo que sí deberían de haber hecho es respetar a quienes —hombres y mujeres— que formando parte del mismo después de haber concursado, luchado y ganado arduamente, fueron removidos de sus puestos el 1 de diciembre de 2018, ahí sí por cuestiones políticas.

No sabemos si las mujeres asesinadas y/o violentadas votaron en el 2018 por unos o por otros. En el caso de la niña Fátima, ni siquiera tenía edad para pensar en cuestiones políticas, y aún así la mataron. Es por ellas que el paro es necesario; nada tiene que ver con legitimar movimientos políticos y tampoco es en contra de López Obrador. El paro debería unirnos, lo cual significa dejar los adjetivos a un lado. Las mujeres asesinadas cada día, merecen olvidar las ideologías y centrarnos en lo verdaderamente importante: parar esta matanza diaria.

A ninguna mujer le preguntan cuáles son sus afinidades políticas o ideológicas para saber si la atacan, matan o dejan en paz. Se nos ataca por el hecho de ser mujeres. Ojalá lo entendamos todas; no hacerlo, solo abona a no querer enfrentar el problema.