"La política hace extraños compañeros de cama”

Frase atribuida a Winston Churchill

Hay un error de fondo en el planteamiento que han hecho los intelectuales firmantes del desplegado publicado en prensa hace unos días: mezclar, ideológicamente hablando, el agua y el aceite. Es decir, convocar a una unidad electoral de oposición a todos los institutos y grupos políticos de México para ir en contra de Morena y del gobierno encabezado por el presidente AMLO en el 2021.

¿Qué sentido estratégico tiene atender precisamente el deseo de AMLO de dividir a los electores en dos grandes bloques, uno a favor y otro en contra de la 4T? Esta es una pregunta muy pertinente que nos formula Dante Delgado, senador y coordinador legislativo del partido Movimiento Ciudadano, a través de un tuit.

“Con el respeto que tengo a la inteligencia y trayectoria de los firmantes, no comparto su premisa.” Para la izquierda, ha dicho Dante, “la opción es una alternativa progresista.”

Y es que a Dante le ha ido mal cuando se ha aliado al PAN; inclusive si Movimiento Ciudadano ha “ganado”, en la práctica han gobernado o han representado al partido de Dante impresentables que quitan en lugar de dar prestigio al Movimiento.

A Dante le ha ido bien, en cambio, cuando su partido ha ido solo o en alianza con la izquierda de López Obrador. En Jalisco, MC ganó por su cuenta con Enrique Alfaro. En Nuevo León, Movimiento Ciudadano se llevó el Senado sin alianzas con la derecha, representado por el hoy legislador Samuel García.

En las presidenciales de 2018, en alianza con el PAN y siguiendo el diseño de algunos de los intelectuales que hoy tristemente sin proponérselo solo complacen el deseo de AMLO, el partido de Dante Delgado “las perdió” feo con el candidato presidencial Ricardo Anaya. Y no fue culpa de este último ni de MC (ni, para el caso de Acción Nacional o del PRD) sino de una alianza tutti frutti que nadie terminó nunca de entender.

Hoy, Dante debiera recuperar lo mejor que tiene: pragmatismo con principios; la tan cacareada coherencia política finalmente en eso estriba. Debe intentar alianzas con Morena —¡sí, con Morena!— donde sea adecuado (esto es, cuando el posible candidato sería quien más beneficiaría a la alternativa progresista de izquierda y al país). ¿Que sus seguidores y constituyentes, por un lado, y López Obrador, por el otro, no lo AMLO permitirían después de todo lo que se ha dicho de Morena y la 4T? Por favor, la política, sobre todo la buen entendida, acepta eso y más.

Por su parte, si AMLO lo ve conveniente, ¡y vaya que tendría una enorme utilidad!, permitirá al hoy secretario de Seguridad Y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, aliarse con su viejo amigo de Movimiento Ciudadano para competir próximamente por la gubernatura en Sonora. Uno de los estados más difíciles para Morena “bien vale una cena con Dante Delgado”. Y si Tatiana Clouthier finalmente no se decide a ser candidata por Morena en Nuevo León, el viejo colosista Durazo (y con él la 4T, claro está) deberá aceptar que Morena apoye al partido de otro viejo colosista, Dante Delgado, particularmente si MC postula al hijo de Luis Donaldo, increíblemente bien posicionado en las encuestas.

Ya verá Dante, en el 2024, cómo juega sus cartas para mejorar las posibilidades de Alfaro frente a la que veo como la inevitable candidata presidencial por Morena: Claudia Sheinbaum. Pero para eso falta mucho. Hoy lo que deben atender todos ellos , políticos, son las elecciones federales intermedias y las locales del 2021. Y la opción para Movimiento Ciudadano, creo yo, no es apostar todo contra AMLO. Su opción es crecer, y lo logrará si apoya a las figuras correctas, capaces y honorables... En efecto, inclusive con Morena, donde tiene grandes amigos, como lo es Alfonso Durazo.