El gran escritor Mario Vargas Llosa es peruano de nacimiento y español por berrinche. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2010 y recientemente declaró, durante la presentación de su libro La llamada de la tribu, en Madrid, sobre las elecciones que se celebrarán en México en julio de este año. Dijo lo siguiente: "Yo espero que no gane López Obrador. Creo que sería un retroceso tremendo para la democracia en México", agregando que "mi esperanza es que haya suficiente lucidez como para ver a dónde conduce ese suicidio de votar por el populismo, de votar por la demagogia, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero".

Para muchos mexicanos, las declaraciones del súbdito de la Corona Española son desconcertantes, reflejan desconocimiento de lo que sucede en el país, o de plano es  producto de la mala leche que tiene Vargas Llosa contra la izquierda en el mundo. Ha tratado de influir en el electorado para imponer en México a un presidente a modo que siga otorgando grandes concesiones y prebendas a las inversiones provenientes de España, como ha sido desde hace más de 30 años.

El escritor, al cual lo podríamos definir como un “neoliberal monárquico” ha sido reconocido en muchas partes de Latinoamérica como un férreo defensor de los intereses económicos  de su nuevo país y sobre todo, de los que tengan que ver con su Rey, al cual le dedicó un elogioso artículo en el Diario El País el 24 de noviembre del 2011, titulado “El Rey de un país libre” en donde afirma que "Ya nadie cree que el Monarca español carezca de luces: por el contrario, todos le reconocen una sutil inteligencia para haber actuado -desde que, por acuerdo entre Franco y don Juan, vino en 1948 a continuar su educación en España, y en todas las instancias posteriores de su trayectoria- con una destreza, visión de futuro, sentido de la oportunidad, tacto e incluso maquiavelismo político fuera de lo común".

La inversión española en México es muy importante para la economía del país ibérico, ya que se obtienen muchas ganancias con muy bajo riesgo. Lo que invierten las compañías del país europeo representa para México la segunda fuente más importante de inversiones extranjeras, sólo detrás de Estados Unidos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, de 1996 al 2016, cuatro mil 44 empresas españolas registraron flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) por más de 57 mil millones de dólares a la economía mexicana.   

La inversión ibérica se ha concentrado casi toda en el sector servicios y se instala con muchas facilidades y ventajas, condiciones  que les otorgan los distintos órdenes de gobierno.

Actualmente, dos instituciones bancarias de origen español, BBVA Bancomer, que en el país es dirigida por Eduardo Osuna, y Banco Santander, que es presidido por Héctor Grisi Checa, controlan de manera combinada más del 40 por ciento de los activos del sistema bancario, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

BBVA Bancomer es la institución financiera que más clientes atiende en el país, con más de 20 millones de usuarios, es también la subsidiaria con mayor importancia en el grupo financiero español, al generar 45 por ciento de sus ganancias totales en nuestro país, aunque sólo tenga el 11 por ciento de la infraestructura total del corporativo financiero español a nivel mundial.  

Solamente el año pasado, BBVA Bancomer México acumuló una ganancia de 45 mil 603 millones de pesos, es decir, 11.8 por ciento más en comparación con 2016.  

Las fabulosas ganancias que tienen los bancos españoles en México no se deben tanto a sus estrategias corporativas, sino al hecho de que en el país estas instituciones aplican  tasas de interés más altas que las que cobran en Europa, además de que a los usuarios mexicanos se les cobran 21 comisiones que no existen en España. Las comisiones que se cobran en ambos lugares son 10 veces más caras en México que en el país de origen, según información del Baco de México y la Comisión Nacional y Defensa de los Usuarios Financieros (Condusef).

La inversión de los grupos financieros hispanos en México no crea tantos empleos como se cree, ya que, desde un principio, compraron bancos ya establecidos en el país y con infraestructura, en muchos casos se recortó personal para mejores eficiencias administrativas. Los dos bancos españoles adquirieron varios bancos mexicanos y los fusionaron, con lo que eliminaron sucursales, requiriendo, como consecuencia, menos personal para un solo corporativo. El Grupo BBVA Bancomer adquirió seis bancos en el país (Bancomer, Mercantil Probursa, Oriente, Cremi, Banco Unión) y Grupo Santander adquirió dos bancos (Serfin y mexicano).

BBVA Bancomer tiene un único trabajador directo en México. El resto, casi 29 mil empleados, están contratados por su filial BBVA Bancomer, Operadora SA de CV, creada el 22 de noviembre de 2006.

Mediante un convenio de sustitución patronal, esa empresa sustituyó a BBVA Bancomer SA como empleadora de todos los trabajadores del grupo financiero, que obviamente siguieron laborando para el banco. Lo que ganó el banco con esa maniobra es que sus empleados perdieran el derecho a participar en sus utilidades y las prestaciones que corresponden al gremio bancario, puesto que dejaron de pertenecer a esta institución.

La inversión de empresas españolas en las comunicaciones es grande, ejemplo de esto es la Telefónica México, que dirigió  Francisco Gil Diaz, quien fuera  también Sub Secretario de Hacienda y Crédito Público SHCP en el gobierno de Carlos Salinas y secretario de la misma en el gobierno de Vicente Fox, esta empresa actualmente detenta el 25 por ciento del mercado nacional de telefonía celular y además ha podido conformar consorcios con firmas de televisión por cable para operar redes de fibra óptica, como es el caso de la empresa   G –Tac (Grupo de Telecomunicaciones de Alta Capacidad) formada por Televisa, Megacable y Telefónica, empresas a las que se les concedió la implementación, explotación y distribución de la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad CFE (cabe hacer notar que esta empresa fue la única que se presentó a la mencionada licitación). La Auditoria Superior de la Federación (ASF), señaló en su informe del 2010 que la empresa en cuestión no garantizó las mejores condiciones para el Estado, pues con ello, según el organismo, dejará de obtener en los 20 años que se concesionó la fibra al menos 2 mil 450 millones de pesos por los servicios de telecomunicaciones que prestó en ese año a empresas públicas y privadas.

La filial española WL Comunicaciones cuyos principales accionistas en México son  Fernando Canales Clarion, (ex – secretario de Energía y ex gobernador de Nuevo León) y Ernesto Martens, también ex Secretario de Energía, consiguieron  la firma de un jugoso contrato por parte del gobierno mexicano , sin que mediara ninguna licitación, (cuando era presidente Vicente Fox), para que la mencionada empresa  montara un cableado de fibra óptica sobre los postes de luz que pertenecían a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) en el Valle de México, donde existe la mayor concentración poblacional. Con la liquidación de LyFC, esta infraestructura pasó a ser activo de la CFE.  Actualmente esta infraestructura es aprovechada por la empresa G- Tac, en lo que se conoce como “triple play” en telecomunicaciones (Internet de banda ancha, televisión por cable junto con video y audio y telefonía), haciendo frente al gran monopolio de Carlos Slim, TELMEX.

Las empresas españolas de “sangre azul”, están presentes en el sector energético e hidráulico de México, como es el caso de Abengoa del primo de Felipe de Borbón, Iberdrola y Unión Fenosa. Las mencionadas empresas, con la también hispana Repsol, maquilan una parte muy grande de electricidad a CFE.

La ley mexicana de Radio y Televisión, hasta antes de la reforma en telecomunicaciones del 2013, estipulaba la exclusividad de la radiodifusión para mexicanos o sociedades mexicanas. Esto no fue impedimento para que en el año 2001 el grupo español Prisa adquiriera el 50% de las concesiones de 17 estaciones radio (Radiópolis), propiedad Televisa Radio, de Emilio Azcárraga.

El sector textil de México también tiene inversión española, esto a través de la empresa Zara Inditex, de Amancio Ortega Gaona, considerado el hombre más rico de España. Actualmente la empresa tiene en el país 208 tiendas y casi 5 mil empleados, siendo éste el mercado más importante de la transnacional.

En el año 2003 la Dirección General de Aduanas descubrió que Zara Indetex, introducía a México mercancía china con documentos falsos para hacerla aparecer como originaria de la Unión Europea (con la cual México tiene firmado un tratado de libre comercio), y así evadir el pago de aranceles y cuotas compensatorias, así, la empresa española sólo pagaba un 5 por ciento de aranceles, cuando debían de ser del 35%, lo que le ocasionaba un daño muy grande a la hacienda del país y también dañaba tremendamente a la industria nacional de textiles, golpeando de paso a la planta laboral del sector. La investigación se detuvo, sin sanciones para nadie.

La inversión española perdería mucho con un presidente mexicano que no aceptará los oscuros arreglos para favorecer a las empresas ibéricas y que no protegiera sus intereses, como lo han hecho Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, los cuales han sido muy alabados por Mario Vargas Llosa, y les ha perdonado su populismo y su falta de compromiso con la democracia.

En lo personal admiro mucho a Mario Vargas Llosa, e inclusive me impactó especialmente  su novela La ciudad y los perros, ya que esta lectura la hice cuando cursaba la secundaria, en una escuela exclusiva de varones, donde imperaba el Bullying, pero no implica que comparta sus posturas políticas.    

En una segunda entrega hablaremos de cómo han sido favorecidas las inversiones hispanas en México como OHL y otras además de las alabanzas del escritor peruano, nacionalizado español, a los tres últimos presidentes de México.