Facebook comenzó su historia en los rincones de la Universidad de Harvard, por cierto por jóvenes. YouTube tuvo sus orígenes en una idea de jóvenes de cómo compartir videos de una fiesta de San Francisco según cuenta la leyenda. Este par de las ahora denominadas redes sociales son los sitios más visitados a nivel global hoy en día. 

Si bien muchos sitios creados literalmente en sótanos o garajes han sido desarrollados o adquiridos por corporaciones, su idea original partió de inquietudes y creatividades de jóvenes. Miles de estas corporaciones gastan millones en desarrollo e investigación pero las mejores ideas se siguen gestando en otros lugares, fuera del statu-quo. 

La fórmula Internet+Creatividad inunda hoy en día cualquier campo, desde el político hasta el comercial. La influencia de estas redes en general, para unos es mínima y para otros, determinante. La realidad es que todos necesitan de ellas.  

Medios como CNN piden a la gente que reporten con sus móviles cualquier hecho noticioso con i-Report. Una primavera árabe hubiera sido impensable sin redes sociales. Nunca hubiera retomado una amistad sin que mediara Facebook. Fans no sabrían en tiempo real lo que su personalidad favorita hace sin Twitter. Son ejemplos diversos, vagos, pero reales. 

Ahora bien, ¿Estas redes tendrán o no un real impacto en nuestra campaña presidencial en México? 

Según un reciente estudio* (The George Washington University, Harvard University, Morningside Analytics), estas redes sí impactan y mucho. Aunque la mayoría sigue siendo escéptica al respecto, el estudio indica que el impacto se da en cinco niveles: cambio individual, relaciones grupales, acción colectiva, impacto político e impacto externo. 

Bueno, si nos vamos a ejemplificar esto con el movimiento #YoSoy132, podemos decir que cada universitario del movimiento vivió un cambio individual para hacerse escuchar, fortaleció su relación grupal con sus colegas estudiantiles, tomó acción colectiva al coordinar protestas a nivel de calle y bueno, los impactos políticos y externos están ahí en la sociedad civil que se les ha unido y en la postura de candidatos, partidos, medios, etc.

¿Así o más claro? 

La gran pregunta sería entonces si este impacto podrá o no ejercer una acción determinante. 

Si es que estas redes sociales apelan a la teoría de los 6 grados de separación, entonces el impacto será mayor. Los 6 grados de separación es esa idea de que todos en el mundo estamos conectados a través de no más de 6 personas. Si el impacto de las redes hacen este efecto multiplicador, no hay duda de que los votantes recibirán varios mensajes, ya sea para reafirmar su voto, para cambiarlo o de plano para olvidarse del asunto. 

Mi apuesta es que el impacto va más allá de lo que la mayoría piensa. Después de todo, este tipo de ideas siempre empiezan en un rincón, como Facebook y hasta que está encima de nosotros, es que la aceptamos. A la campaña le queda un mes, poco tiempo para asimilar esto, pero ya veremos el 1ro de julio. 

Fuente:

“Blogs and Bullets, New Media in Contentious Politics”. Sean Aday, Henry Farrell, Marc Lynch, John Sides, John Kelly, Ethan Zuckerman. The George Washington University, Harvard University, Morningside Analytics.

http://www.usip.org/publications/blogs-and-bullets-new-media-in-contentious-politics