Una singular Luna de Miel, -como se denomina a los primeros 100 días de mandato del nuevo presidente-, emprenderá Joe Biden como mandatario de los Estados Unidos de América del Norte, quien con una cascada de iniciativas y decretos que dará a conocer a partir del mismo día de su investidura (miércoles 20 de enero), pretenderá borrar de tajo y hacer olvidar a los estadounidenses, entre ellos millones de origen latino, la pesadilla que les significó la era Donald Trump.

Los vecinos del país al norte del nuestro, vienen de una relación de cuatro años que los dejó exhaustos; en la cual fueron violentados, vulnerados, manipulados, engañados, decepcionados, y por tal razón millones de ellos, despechados, votaron por un cambio llamado Joe Biden.

Para esos primeros 100 días, el nuevo presidente tendrá que atender un par de prioridades de manera urgente; la pandemia por Coronavirus y la afectada economía a causa de la misma peste.

De entrada, Biden ha pedido a los estadounidenses usar las mascarillas de protección -que llamamos cubrebocas- durante esos 100 días.

“En el primer día que tome posesión, le pediré al público que use mascarilla por 100 días. Sólo 100 días de mascarilla; no para siempre, sólo 100 días. Y creo que veremos una importante reducción” en el virus, indicó Biden, quien también ha prometido suministrar 100 millones de vacunas contra la Covid-19 en ese mismo periodo.

El aún presidente electo, emitirá decretos para revertir vetos migratorios en su primer día en la Casa Blanca, según han reportando medios de comunicación en Estados Unidos. Trasciende que prevé firmar una batería de órdenes ejecutivas diseñadas para ilustrar una clara ruptura con el gobierno de su antecesor, según un memorando visto por la prensa de EE.UU.

Algunas de las primeras órdenes ejecutivas de Joe Biden son:

-Reincorporación de EE.UU. al Acuerdo de París sobre cambio climático, un pacto global para reducir las emisiones de carbono

-Revocación del polémico veto a la entrada de viajeros de países de mayoría musulmana

Reunificación de familias migrantes indocumentadas

-Orden para el uso obligatorio de mascarillas en instalaciones federales y en viajes interestatales

-Extensión de una restricción nacional a los desalojos y ejecuciones hipotecarias por la pandemia

Se espera que el presidente electo también envíe un nuevo proyecto de ley migratoria al Congreso, así como su intención de lograr aprobación de su plan de estímulo de US$1,9 billones para asistir a la recuperación económica del país tras el coronavirus.

"El presidente electo Biden tomará acción -no sólo revirtiendo los daños más graves de la administración Trump- pero empezando también a mover nuestro país hacia adelante", escribió el entrante jefe de gabinete, Ron Klain, en el memorando.

En este contexto, habrá que mencionar que Joe Biden gozará de importante margen de acción al contar con una Cámara de Representantes mayormente demócrata y un Senado dividido en 50-50 entre los republicanos y el caucus demócrata, pero que inclina el poder en la cámara a los demócratas gracias a que la vicepresidenta electa, Kamala Harris, tiene el voto de desempate.

Así las cosas, los demócratas podrán controlar la Cámara baja y “ahora la agenda en el Senado, incluidas las nominaciones para ocupar el gabinete del presidente electo Joe Biden y el poder judicial. Sin embargo, con un margen tan pequeño, los demócratas aún necesitarán depender de los votos republicanos para la mayoría de las leyes importantes.

"Significa que todos los que Joe Biden ha elegido para unirse a su gabinete es más probable que les resulte más fácil ser confirmados en el Senado", dijo el senador demócrata de Delaware Chris Coons, un aliado cercano de Biden, en CNN. "Significa que el proceso de confirmación no puede ser lento ni obstruido, y que podrá tener el grupo talentoso, capaz y experimentado que ya ha elegido para servir al principio de la administración".

Joe Biden tomará este miércoles las riendas de un país que apenas el pasado 6 de enero fue violentando tras un ataque directo al corazón de su democracia, y que a causa de ello vive momentos de alta inseguridad en víspera del cambio presidencial.

“El FBI ha advertido de que los seguidores de Donald Trump podrían llevar a cabo protestas armadas en diferentes lugares de Estados Unidos en los días previos a la inauguración de la presidencia de Joe Biden.

Hay reportes que indican que hay grupos armados que planean reunirse en los legislativos de los 50 estados y en Washington DC en los días previos a la juramentación y el mismo 20 de enero, cuando Biden debe jurar como presidente, poniéndose así fin al mandato de Trump.

La preocupación por evitar que se repitan escenas como las del pasado 6 de enero, cuando el asalto de los seguidores de Donald Trump al Capitolio de Washington dejó 5 personas muertas ha hecho que se refuercen las medidas de seguridad”.(BBC Mundo12/01/21).

No exagero si digo que Joe Biden tomará a un país que sangra y que se duele por sus muertos resultado de confundir una pandemia mortal con una simple gripa, siendo que durante casi un año, ha encabezado la lista de naciones con más fallecimientos a causa de la covid sumando ya alrededor de 400 mil decesos.

Y tampoco me extralimito al decir que encuentra un país dividido racial y políticamente como hace mucho no se veía, producto del discurso racista implementado por el todavía inquilino de la Casa Blanca, quien dedicó mucho de su tiempo a alentar las diferencias por el color de piel de los estadounidenses, haciendo despertar el Black Lives Matter, el movimiento internacional originado en la comunidad afroestadounidense.

El presidente saliente Donald Trump por su parte, se dispone a salir por la puerta trasera de la Casa Blanca; en medio de una polémica y fuerte señalamiento de haber alentado el intento de asalto al Capitolio el 6 de enero pasado, acto que lo ha llevado a un segundo impeachment que deberá enfrentar en el senado en los próximos días, quedando abierta la posibilidad de quedar impedido de buscar algún cargo público en caso de que los senadores ahora sí aprueben el juicio político en su contra.

En tanto, el tema para la investidura de Joe Biden será "EE.UU. unido", con el presidente enfocándose en sanear y curar las heridas en su Luna de Miel de 100 días. Ya se verá si consigue consolidar su nuevo romance con el pueblo estadounidense que, como ya se mencionaba, viene saliendo de una relación difícil y en la que ha sufrido quizá más de lo que debería.

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