Rosa Icela Rodríguez es hija de una comprometida maestra rural; fue reportera, funcionaria de comunicación, secretaria integrante de gabinete en varias ocasiones en la capital nacional y ahora es la primera mujer que ocupará la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, dentro del gabinete del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

No hay forma de no relacionar el orgullo que comunica esa historia con el ánimo transformativo de esta administración con frecuencia señalada por una presunta ausencia de comprensión de la lucha de las mujeres. Eso, precisamente cuando son más mujeres quienes ocupan lugares centrales de poder, como nunca antes, y como ahora lo hará Rosa Icela, a quien conocí hace tres décadas, quien se impone como incansable trabajadora y mujer comprometida, eficiente y con capacidad de distanciarse de varios que faltaron al depósito de su confianza y el compromiso ético indispensable para mantenerse en su equipo.

Estamos ante un hecho confirmatorio de que la transformación que se plantea para el país, pasa por un tema de equidad y reconocimiento estratégico de habilidades sin prejuicio de género.

Rodríguez Velázquez tiene una hoja de servicio público de 23 años en que se le reconoce eficiencia y una alta dosis de empatía con la ciudadanía para escucharle y dar respuesta a sus necesidades, en temas de seguridad, gobierno y desarrollo social.

Llegará a un área de responsabilidad que durante muchos años se abordó con un enfoque eminentemente operativo y desvinculado, territorial y programáticamente, de las carencias sociales.

En el rescate de la seguridad pública, el gobierno -próximo a cumplir sus primeros dos años-, replanteó el enfoque y colocó el énfasis en lo social y en la pacificación del país.

Es también momento para que la capacidad de convocatoria del gobierno y sus acciones con los ciudadanos puedan concretarse en un estricto ámbito de acción con medidas trascendentes para adoptar un mismo rumbo de atención y cuidado de las nuevas generaciones, así como aplicar pautas de prevención del delito para beneficio de todos.

La pacificación requiere diálogo y esmero por entender un problema que tiene un área de oportunidad específica en las colonias y en el hogar de cada familia.

Conforme a la coordinación con el Presidente de la República, en los siguientes días podremos conocer las primeras medidas que determine la nueva secretaria. A los mandos, y a todo el ecosistema de seguridad que trabaja en una sola línea, les toca también tener una nueva mirada para responder a la sociedad.

Habrá diálogo y concertación en las tareas y las responsabilidades que deba establecer Rosa Icela, con inmensos sobresaltos por venir.

Por ahora toca también reconocer que la llamada cuarta transformación profundiza su contraste con la concepción antigua sobre la asignación en las principales tareas de gobierno. Rosa Icela Rodríguez Velázquez, el nombre femenino de una labor sujeta a grandes pruebas en un proyecto a favor de los ciudadanos. Enhorabuena.